En plena crisis del sector extractivo, los nuevos proyectos no consiguen despegar. Los promotores de la reapertura de mina Julita, una explotación que guarda reservas de carbón coquizable en el alto de la Cobertoria, están esperando por el último permiso para iniciar la actividad: el visto bueno al plan de implantación. La tramitación se ha alargado ya en cuatro años y los empresarios de Coto Minero de Lena no se atreven a dar una fecha para la puesta en marcha de la mina.

El proyecto, afirman desde la sociedad de empresarios, es "viable" porque supone la vuelta a la minería tradicional. El plan de explotación incluye la apertura de bocaminas y galerías en las laderas de la montaña. La extracción será tradicional, con martillos mecanizados. Esperan alcanzar una producción anual de 40.000 toneladas.

La puesta en marcha del proyecto supondría la creación de treinta empleos directos en un plazo máximo de dos años, afirman los promotores de la reapertura de mina Julita. La explotación tuvo actividad hasta finales de los años ochenta, pero siempre de forma ocasional. Es por eso que las reservas, aseguran los empresarios, aún son muy abundantes.

El plan de implantación es el último escollo a sortear para que el proyecto sea una realidad. El permiso se tramitó en el Ayuntamiento de Lena porque los terrenos de la mina no están catalogados para su uso industrial. El Principado tiene ahora la última palabra.