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La dificultad de las medidas de diversificación

La falta de licencias eléctricas frena los planes de aprovechamiento de biomasa

Hunosa queda fuera de la subasta de permisos al reducirse las ayudas económicas y ve frustrado el proyecto de una planta térmica en Mieres

La primera tala de madera abordada por "El Maeral", en Ablaña. FERNANDO GEIJO

Los planes para el aprovechamiento de la biomasa como recurso energético, una de las alternativas económicas que hasta ahora se manejaban en las Cuencas como nueva fuente de generación de empleo, se han frustrado de un plumazo. El inesperado resultado de la subasta estatal de las licencias para la explotación de energía eólica y biomasa ha dejado el grueso de la nueva capacidad en manos del Grupo Forestalia, propiedad del empresario aragonés Fernando Samper. La firma se ha llevado el grueso de la subasta renunciando a la totalidad de los incentivos. Es decir, asumirá la explotación a precio de mercado, sin ayudas. Esta agresiva estrategia empresarial, compartida por el resto de beneficiarios, ha dejado a Hunosa fuera de juego. La empresa pública, salvo un drástico cambio de rumbo de la política energética nacional, no podrá abordar el desarrollo de la central de biomasa proyectada para Reicastro.

El Gobierno central acaba de poner en el mercado 500 megavatios (MW) de eólica y 200 MW de biomasa. El problema es que el Grupo Forestalia se ha llevado el grueso de la subasta: 300 MW eólicos (a través de Energías Eólicas de Aragón) y 108,5 MW de biomasa, a través de Forestalia. Y lo ha hecho, para estupor del mercado, renunciado a la totalidad de los incentivos. Hunosa, que aspiraba a obtener 15 MW para la planta de biomasa de Reicastro, no logró adjudicaciones, al igual que las tres grandes compañías eléctricas: Iberdrola, Gas Natural Fenosa y Enel Green Power España (participada en un 60% por Enel y en 40% por Endesa).

Este escenario pone en entredicho los proyectos de aprovechamiento de la biomasa vinculados a las Cuencas, en especial, a la comarca del Caudal. Para empezar Hunosa parece abocada a tener que renunciar a la central que planteaba construir en Mieres. Además, el reajuste del sector complica las aspiraciones de la Asociación "El Maeral", que tiene en marcha una ambicioso proyecto para el aprovechamiento de los recursos forestales, con dos ramificaciones, una ligada a la madera y la otra a la biomasa.

Parece evidente que Hunosa, en las actuales condiciones, es decir, en un mercado con los incentivos desechados, no podrá competir en proyectos de generación eléctrica con biomasa. La empresa no se pronunció ayer al respeto, pero los técnicos de la casa así lo ven. "En la situación actual del sector parece evidente que no hay espacio para proyectos pequeños", explicaron ayer a este diario conocedores del proyecto de Hunosa. Y es que las condicionantes de una empresa pública como es la hullera (por ejemplo: salariales, de cifras de empleo?) hacen que resulte inviable competir en el mercado sin fuertes incentivos económicos, es decir, sin subvenciones a la producción. En apariencia, según lo que ha trasmitido Hunosa en los últimos meses, la empresa tenía un interés alto en lograr hacerse con la licencia que la hubiera permitido obtener los 15 MW que necesitada para la planta de biomasa de Reicastro. De hecho la compañía llegó incluso a buscar un socio. Ha trascendido que se mantuvieron varias reuniones en el Ministerio de Industria con decenas de empresas.

La prensa especializada dejó ayer constancia del inesperado desenlace que tuvo la subasta eléctrica. El Economista pone en duda que sean viables incluso las plantas que se adjudicaron y dice por ejemplo que Acciona se retiró al ver por dónde iban los resultados. En Cinco Días hablan del "preludio del fin de los incentivos" lo que abre un marco totalmente distinto de cara a futuro, un marco que puede acentuar la falta de competitividad en este campo de una región como Asturias, con unas limitaciones muy claras en cuanto a especies forestales con valor energético que se puedan plantar y también por la montañosa orografía, lo que dificulta las talas.

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