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Seis países europeos estudian en Asturias cómo cerrar las minas de forma segura

Mosquitera y Pumarabule servirán para analizar el riesgo de inundaciones o derrumbes en un trabajo de la UE con Hunosa y la Universidad

Instalaciones del pozo Mosquitera, entre Langreo y Siero. FERNANDO RODRÍGUEZ

Conocer cómo debe ser el cierre ordenado y seguro de una mina de carbón subterránea, para evitar la contaminación atmosférica o de las aguas, así como la subsidencia (los movimientos indeseados de los terrenos a consecuencia de las galerías subterráneas). Este es el objetivo del proyecto europeo Merida (Management of Enviromental Risk During and After Mine Clousure), en el que participan seis países, y en el que la Universidad de Oviedo y la empresa minera Hunosa serán protagonistas. Las pruebas empíricas para chequear riesgos potenciales se realizarán en dos pozos asturianos ya cerrados: Mosquitera, justo en el límite entre Langreo y Siero, y Pumarabule, en Siero.

El proyecto tendrá una duración de cuatro años y contará con una financiación total de 3,7 millones de euros, de los cuales 2,2 los aporta directamente la Unión Europea. La Universidad de Oviedo recibirá 253.000 euros para desarrollar su parte de la investigación, mientras que Hunosa percibirá 139.149 euros. Los organismos y universidades participantes en la iniciativa son diez, pertenecientes a seis países europeos. Se trata del Central Mining Institute of Katowice (Polonia), DMT GmbH & Co. KG Exploration & Geosurvey (Alemania), Imperial College of Science, Technology and Medicine (Reino Unido), French National Institute for Industrial Environment and Risks-Ineris (Francia), IMG-Polish Academy of Sciences-PAN (Polonia), The University of Exeter (Reino Unido), Vysoka Skola Banska-Technicka Univerzita Ostrava (República Checa) y la Kompania Weglowa S.A. (Polonia), además de la Universidad de Oviedo y Hunosa.

La misión del proyecto es "minimizar el impacto durante y después del cierre de las minas subterráneas de carbón", teniendo en cuenta que el principio general es que tienen que ser las empresas propietarias las que "tienen que hacerse responsables de los riesgos". La Universidad y Hunosa colaborarán para crear "una herramienta genérica" que permita identificar los riesgos del cierre, a corto y medio plazo, y a definir las medidas técnicas que hay que tomar para que no se produzca ningún imprevisto ni perjuicio. Una vez se haya definido esta herramienta, se pondrá a disposición de las empresas y de las administraciones, para que evalúen "los riesgos ambientales ocasionados en el proceso de cierre de minas y etapas posteriores". Tal y como se comentó desde la Universidad de Oviedo, se trata de unos estudios y trabajos que Hunosa, con el cierre progresivo de muchas de sus explotaciones, ya ha afrontado con las denominadas tareas de "postminería".

El equipo

Hunosa, a la que pertenecen los pozos donde se realizarán los estudios, aportará "todos los datos y mediciones", realizadas por sus técnicos de la Oficina Técnica del Departamento de Minería de la empresa estatal. Se tendrán muy en cuenta "la gestión de los riesgos medioambientales", como la contaminación del agua o de la atmósfera y la subsidencia.

En Asturias, la investigadora principal del proyecto será la profesora Ana Suárez, del área de Organización de Empresas. También formarán parte del equipo los investigadores integrantes del grupo de Modelización Matemática Aplicada en Ingenería, Economía y Ciencias de la Salud, dirigido por Francisco Javier de Cos, así como la Unidad de Modelización Hidro-Geofísica y Ensayos no Destructivos del campus de Mieres, con el profesor José Paulino Fernández. El programa, cuyos primeros estudios ya se han iniciado, estará vigente hasta finales del año 2019.

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