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Vendedores sin suplente

Los comerciantes del mercado de Mieres piden un cambio en la normativa que deje a un sustituto del dueño atender los puestos y una rebaja de precios en la licencia

Áurea de Abajo está sentada detrás del puesto de golosinas con el que viaja por mercados de León y Asturias desde La Bañeza (León). Hoy no puede vender, está de baja porque hace sólo dos semanas que la operaron del hombro. Su hija, Sandra Mendo, se encarga de atender a los clientes. "¿Qué haces ahí, mujer?", preguntan los habituales a Áurea de Abajo. La respuesta es que el mercado de Mieres es el único de toda Asturias que no permite a los vendedores ambulantes tener un suplente. Así que la persona que ha solicitado la licencia tiene que estar obligatoriamente presente para que el puesto tenga actividad. Esa regla provoca situaciones que, según los comerciantes, "rozan lo inhumano". Exigen un cambio en la normativa y una bajada en los precios por licencia, "muy abusivos" si se comparan con el resto de mercados de la región.

"Me caí hace tiempo y me operaron hace dos semanas, desde luego hoy no debería estar aquí pero hay que sacar el trabajo adelante y no puedo dejar a mi hija tirada", explicó ayer Áurea de Abajo. De Abajo está de baja y es ilegal que toque ni uno solo de los frutos secos que ponen a la venta. Así que toda la actividad recae sobre Sandra Mendo, hija de la comerciante y suplente en todos los mercados de Asturias: "No tiene sentido lo que nos pasa en Mieres, porque es injusto que hoy mi madre tenga que estar aquí. Me atrevo a decir, incluso, que es inhumano", señaló la mujer, también de La Bañeza.

Cerca de ellas, desde hace más de cinco años, vende telas el comerciante Pascual Jiménez. Lo primero que hizo ayer por la mañana, en cuanto llegó al mercado, fue interesarse por la salud de De Abajo: "No es normal que la tengan aquí, con este tiempo que hace y sin poder irse a casa", explicó el vendedor. Él nunca ha tenido el problema, por el momento, de no poder acudir a la cita semanal en Mieres.

Una cita, por cierto, que le sale muy cara. El mercado del concejo cabecera del Caudal tiene el segundo precio más elevado de la región. "Sólo lo supera Avilés, pero en relación precio de la licencia y venta aún es más caro el de Mieres", explicó Jiménez. Tanto como 1.400 euros al año por seis metros de exposición y tres horas de venta a la semana. Desde que empezó a comerciar en Mieres, Pascual Jiménez ha invertido en la plaza más de 32.000 euros: "Si fuera un bajo estaría bien, pero es que aquí es mucho dinero por muy poco tiempo y menos ventas", afirmó el comerciante. Los precios llevan ya años sin revisarse, igual que la ordenanza que regula la venta ambulante por las calles del municipio.

Jiménez aseguró que "no está acorde con la normativa regional, que ya permite la presencia de un suplente en el puesto". Incluso Gijón, "un ayuntamiento que era totalmente reacio a permitir los suplentes", ya ha modificado la normativa. Sólo queda Mieres.

Esa falta de actualización y de un fuerte respaldo normativo hace que, incluso, la Policía Local sufra las consecuencias. Según ha constatado este diario, los agentes se encuentran con situaciones incómodas para la ejecución de sus labores: con normas que aplicar sin ordenanzas que la regulen. Esa falta de normativa, oasis de órdenes claras por parte del gobierno local, también dificulta el control del "top-manta" (venta ilegal de música y productos audiovisuales en la calle).

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