La obra "Vértigu. L'atracción del abismu na sociedá contemporánea", del escritor y crítico literario José Ángel Gayol, se alzó el año pasado con el premio "Máximo Fuertes Acevedo" de ensayo de la lengua asturiana. El autor analizó ayer su obra en el transcurso de un acto literario que tuvo lugar, en el casa de Cultura de Mieres, dentro de la programación de la XXXVII Selmana de les Lletres Asturianes. "El ensayo busca analizar la sensación de velocidad que nos rodea y que está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, desde la economía, al amor o los medios de comunicación", señaló el escritor.

José Ángel Gayol abordó ayer en Mieres la necesidad vertiginosa que tiene la actual sociedad de verificar, a través de los números, cualquier tipo de actividad, incluso la intelectual: "La gente acumula discos y libros; dice tener la colección entera de muchos autores, cuando nunca tendrá tiempo para leer o escuchar lo que tiene almacenado en casa". El escritor mierense, que durante varios años estuvo al frente del Club LA NUEVA ESPAÑA en el Caudal, estuvo ayer acompañado por el también escritor Damián Barreiro, que lo precedió como ganador del premio "Máximo Fuertes Acevedo". También intervinieron en el acto el concejal de Cultura de Mieres, Faustino Zapico, y el director general de Ordenación Académica e Innovación Educativa, Francisco Laviana. "Se puede decir que la lengua asturiana aún no ha llegado a su edad de oro, pero sí que estamos en la de plata y pronto llegaremos a los objetivos que nos hemos marcado", dijo. El responsable regional remarcó la importancia de que las administraciones se involucren en el fomento del bable: "Ninguna lengua se salva solamente por el cultivo literario".

"Vertigu" es un ensayo estructurado en capítulos cortos, de dos o tres párrafos. Cada uno empieza con la referencia a un rascacielos, subiendo de altura hasta llegar, en el capítulo 63, con el Burj Khalifa de Dubái, de 828 pisos. Una montaña de cemento y cristal. "La sociedad cada vez quiere cosas más grandes, ansía subir cada vez más alto y más rápido", sostiene el escritor.

El libro de Gayol se deja leer fácilmente. La ágil estructura del texto es uno de los factores que valoró el jurado a la hora de concederle el premio más prestigioso de las letras asturianas. El correr de los capítulos está salpicado de anécdotas. "Recojo muchas cosas curiosas que me he encontrado en los medios de comunicación". Por ejemplo, Gayol analiza la necesidad de muchas personas de mostrar en todo momento su estado de ánimo. "Resulta muy curioso que en Japón hayan inventado una cola biónica, que se mueve cuando el que lleva está contento". Gayol demuestra con la lengua asturiana, en su orgullosa modestia, sirve para hablar de temas universales.