En el caso de KPS, según José María García, fue "el apoyo de Ayuntamiento y de Sadim" lo que más pesó a la hora de asentarse en Argame. "Estábamos en Asipo y la empresa tenía que crecer. Valoramos salir fuera de Asturias, pero decidimos seguir aquí por arraigo a la tierra", señaló. Es la emoción más que la razón, también en el caso de Fernández, la que decide apostar por las Cuencas: "Cuando llegamos a Villallana, en 2007, nos prometieron unos accesos que aún hoy no tenemos". "Es una de las cosas que me generan cabreo", reconoció el empresario. No obstante, está tramitando a marchas forzadas una ampliación que espera acometer en Villallana: "La deslocalización de la planta que ya está funcionando es imposible, pero necesitamos un acondicionamiento del área industrial", afirmó ante el público.

La necesidad de mejorar los polígonos es una reclamación común. También las infraestructuras y las comunicaciones. Esperan por la llegada de la Alta Velocidad (AVE) como maná caído del cielo. En este punto, José María García explicó que "en empresas con carácter eminentemente internacional, como la nuestra, resulta muy complicado viajar. No sólo por el alto precio, también por la falta de enlaces. Te puedes quedar tirado durante horas en el aeropuerto". La lista de deseos para las administraciones es larga: menos presión fiscal, negociación con las eléctricas para abaratar costes y tramitación más ágil. "Es una desgracia absoluta empezar a picar en cincuenta ventanas para conseguir cualquier papel", destacó Macario Fernández.

Empresarios y representante del comercio local mantuvieron una larga charla y hubo tiempo para todo. Para la decepción, "porque necesitamos más impulso y empeño entre la gente joven". Para la nostalgia, "porque los años de esplendor de la mina ya no volverán". Y para un cierre con broche de optimismo, coincidieron: "Pase lo que pase, seguiremos apostando por las Cuencas".