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Industria retira la autorización para el ciclo combinado de Hunosa en La Pereda

La hullera pretendía desarrollar la central con Endesa, pero el proyecto, que tenía los permisos desde 2011, se ha desechado definitivamente

Una de las protestas contra el ciclo combinado de La Pereda, en septiembre de 2008. J. R. SILVEIRA

Que Hunosa y Endesa construyesen en La Pereda una central de ciclo combinado, tal y como está el mercado y la regulación energética, era difícil. En el día de ayer se confirmó que este proyecto no va a salir adelante. La dirección General de Política y Minas ha decidido dejar sin efecto la autorización para este proyecto, un permiso conseguido en diciembre de 2011, según publica el Boletín oficial del Estado (BOE). Desde esa fecha poco se conocía de la iniciativa, que parecía aparcada, pero no eliminada. Endesa, eso sí, ya había renunciado al proyecto al no incluirlo dentro de su plan estratégico. Hunosa también lo ha hecho.

La retirada del permiso se debe a unos cambios en la normativa que fueron comunicados a la eléctrica el pasado mes de mayo para que presentase las correspondientes alegaciones. Ante el silencio de Endesa, el ministerio siguió la tramitación publicando ayer la resolución ante la que sí se puede interponer un recurso de alzada. La inactividad de estos años, sumada a la paralización de la mayoría de los proyectos de ciclo combinado en España, hace suponer que tampoco se llegará a este último punto.

La central de ciclo combinado proyectada iba a ser de 410 megavatios de potencia, e iba a estar constituida por un grupo de ciclo combinado que utilizaría el gas natural como combustible principal. Tenía prevista una inversión de aproximadamente 200 millones de euros. El ciclo combinado se ubicaría en los terrenos anejos a la actual central térmica de Hunosa, donde también se ha llevado a cabo la planta piloto de captura de CO2 en colaboración con el Instituto Nacional del Carbón (Incar). De acuerdo a los planes iniciales, la planta iba a estar integrada por una turbina de gas y otra de vapor, en configuración monoeje y con un único generador eléctrico, que irá montado sobre el mismo eje que las dos turbinas. La instalación de este equipamiento de ciclo combinado en Mieres conllevaría la construcción de una nueva subestación eléctrica de 400 megavatios, que debería garantizar la evacuación de la energía producida. En un plano estrictamente medioambiental, la iniciativa incluía la instalación de aerocondensadores para hacer frente al vapor de escape de la turbina de vapor, mientras que los residuos líquidos serán incorporados, tras un tratamiento previo, al colector-interceptor general del río Caudal, con la excepción de las aguas de lavado químico, que irían a un gestor autorizado.

El proyecto nunca contó con el beneplácito del Ayuntamiento de Mieres, que emitió varios informes negativos sobre su puesta en marcha. También fue rechazada por grupos ecologistas como la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que había presentado varias alegaciones al proyecto. Sí contó, en cambio, con el respaldo del Principado de Asturias, que emitió un informe favorable de impacto ambiental. Los vecinos tampoco fueron favorables al ciclo combinado, organizando varias concentraciones de protesta contra la central.

Lada

Otro proyecto que corrió la misma suerte que en de La Pereda fue el que Iberdrola pretendía desarrollar en Lada (Langreo). Este último proyecto era mucho más ambicioso que el de Mieres. El plan inicial fijaba la puesta en marcha de dos grupos de ciclo combinado, que tendrían un coste de 460 millones de euros y una potencia total aproximada de 1.100 megavatios. La térmica de gas proyectada por la eléctrica vasca se uniría a los grupos de carbón que ya hay en Lada. También se crearían 80 empleos. La iniciativa tampoco fue bien recibida por los colectivos vecinales y ecologistas, que denunciaron los efectos contaminantes de la instalación. Además, alertaban de su posible impacto en el río, de los niveles de ruido y del incremento de las torres de alta tensión en las inmediaciones de la central. El proyecto de Lada fue al traste cuando Iberdrola la excluyó de sus planes de inversión a corto plazo.

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