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LETICIA GASPAR GARCÍA | Pintora ganadora del premio "Art Nalón"

"No hay para un cuadro, pero sí para un móvil de 600 euros"

"Los jóvenes dicen que no venden, aunque a algunos les va bien, pero son los menos los que pueden dedicarse a la pintura"

Leticia Gaspar, en Art Nalón. LNE

La gente no tiene para un cuadro, pero sí para comprar un móvil, se lamenta Leticia Gaspar García, ganadora del "Art Nalón" de artes plásticas 2016, que hasta el próximo domingo expone en la pinacoteca municipal Eduardo Úrculo de Langreo. La artista bilbaína con familia en Candás asegura que sólo les va muy bien a unos pocos y que son los menos los jóvenes que pueden dedicarse a la pintura.

-¿Qué le impulsó a presentarse al certamen de "Art Nalón"?

-El premio me pareció interesante y el espacio en el que exponían muy atractivo. Hace un par de años gané el de Bueño y antes el de Avilés. Allí conocí a Emilio, de la galería Octógono. Me preparó una exposición y desde entonces suelo colaborar con él.

-¿Cuál es el sueño de alguien que arrasa en los concursos del Norte?

-Dedicarme a pintar a tiempo completo.

-¿El paisaje urbano y postindustrial de las cuencas mineras está en algún cuadro suyo?

-Sobre las Cuencas aún no he hecho nada, pero he pintado cosas de la zona de Avilés. En aquella exposición eran todos motivos de Asturias.

-¿Sus pintores preferidos?

-Muchos. Goya, Antonio López, Michael Borremans, el belga influenciado por Manet y Velázquez, o el norteamericano Edward Hopper. La figuración con recursos plásticos me atrae más que el hiperrealismo.

-¿ Por qué sus composiciones nocturnas con anuncios de otros contextos?

-Tuve una época en la que pintaba con más colores, pero he evolucionado hacia una gama más gris. Me gusta recurrir a la paradoja y lo misterioso.

-¿Al artista no le queda otra que ser ambicioso y mediático?

-No sé qué decir, yo no tengo relación con los medios.

-¿Se puede entrar en el circuito de exposiciones sin pasar varios años en una gran capital europea con un título de diseñador gráfico?

-Depende de las relaciones o de la suerte de conocer a alguien que esté en ese mundo y le guste tu pintura o que tu familia ya se dedique a ello. Hay artistas que sus padres son mecenas, hacen la carrera de Bellas Artes y luego ves que rápidamente exponen en los mejores sitios. Ese no es mi caso. Yo intento acceder un poco a ese mundo dándome a conocer a través de los concursos. No es sencillo: si no tienes a alguien que te ayude, no te hacen caso.

-¿Hay dinero para la pintura en esta crisis donde los inversores usan al arte como valor refugio y los corruptos para blanquear?

-No tengo ese tipo de compradores (se ríe). A esa gente no le interesan mis cuadros. Más que la pintura valoran el nombre, lo que supone de prestigio social y de inversión? decir "tengo un Miró en el baño, me sobra la pasta". Esas cosas las veo en la tele y, como el resto de corruptelas políticas que oyes todos los días, me cabrean. En cuanto a las personas corrientes, dicen que no tienen dinero para un cuadro, pero se gastan 600 euros en un móvil.

-¿Sabe de jóvenes pintores que vendan los suficiente para vivir?

-Hay gente que dice que vende, la mayoría te asegura que nada, y a algunos que han salido de la Universidad ves que les va muy bien, pero son los menos los que pueden dedicarse a la pintura.

-¿Cuánto le lleva Hacienda de los premios de mil euros?

-Sobre el 20 por ciento.

-¿Ha sentido la tentación de usar el arte para hacer política?

-En el sentido tradicional, no. Si lo utilizas como medio de reflexión sobre las cosas que van pasando me parece muy interesante, porque la política está dentro del arte. Usarlo como propaganda le quita entereza.

-Se le nota preocupada con los transgénicos y el Tratado EE UU-UE

-En la exposición de Langreo algunas de estas cosas sí que las reflejo. En otra serie, también incluyo un edificio en ruina con una pancarta colgando en la que introduzco las siglas del tratado transatlántico.

-En su tesis doctoral cuestiona las actitudes sexuales atribuidas a la mujer en la pintura a partir de las vanguardias del siglo XX.

-La imagen de la mujer que veía en los libros y el estudio "Ídolos de perversidad" de Bram Dijkstra despertaron mi interés. Al no hallar ningún análisis sobre esos contenidos en la pintura de ahora, decidí hacerlo yo. De ahí surge mi tesis para la que recogí en la Universidad del País Vasco, la de Edimburgo y otra de Nueva York cuatro mil imágenes artísticas, las clasifiqué y formulé las conclusiones sobre los estereotipos de cómo se representan a las mujeres en la pintura contemporánea.

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