Los mierenses abarrotaron estos días las terrazas de los bares y las sidrerías de la ciudad gracias al buen tiempo. Nada mejor que una bebida bien fría para combatir el calor: cervezas, agua, refrescos, vino y, sobre todo, sidra. No había establecimiento que no estuviera expendiendo la bebida por antonomasia de Asturias.

Las últimas horas de la tarde son el momento preferido de la gente para tomar algo con familiares y amigos. Así lo corrobora José Javier González García, camarero de la sidrería "Valles Mineros", en la plaza de Requejo: "A partir de las ocho de la tarde arranca la hora punta". "Mucha gente viene después de ir a la playa o a la piscina, y a partir de ahí es cuando estamos hasta arriba", añadió González.

Los mierenses más asiduos a las sidrerías notan que, en los últimos años, está aumentando el número de turistas de otras partes de España e incluso de Europa que paran en Requejo para echar un culín. "Venimos aquí todos los días y, desde hace tiempo, muchos ingleses, franceses, escoceses... vienen aquí, toman una botella o dos y continúan con su marcha", señala Cristina Fernández, en referencia a los peregrinos que hacen el camino de Santiago y realizan parada en Mieres.

La llegada de estos turistas compensa la ausencia de muchos mierenses que se van de vacaciones en los meses de julio y agosto, pero para los sidreros el verano sigue siendo su mejor época pese a haber mucha gente en la playa. "Requejo vive del verano, aunque a ciertas horas no haya mucha gente, luego esto se acaba llenando", declara José Javier González, que lleva seis años escanciando sidra en la famosa plaza mierense.

Los más fanáticos de la sidra no hacen distinción entre el verano o el invierno para disfrutar de la bebida más asturiana. Eso sí, admiten que en verano lo hacen con más frecuencia. "En verano estamos en Requejo casi todos los días, pero en invierno, sobre todo los fines de semana, también venimos", declara una familia compuesta por Favila Castañón, Rosa Antuña, Yolanda García y Sonia Antuña. Además destacan que Requejo es uno de los mejores sitios de Asturias para tomar sidra por su ambiente siempre soleado desde que amanece hasta que anochece. "Nosotros solemos venir un par de horas cada tarde", afirma Cristina Fernández, en compañía de su hijo, Martín Ceballos. Todos coinciden en que pasar las tardes en la plaza de Requejo a tomar sidra es ya una tradición.

El ambiente que se respira en la calle Jerónimo Ibrán no tiene nada que envidiar al de Re quejo. Esta zona de Mieres, conocida por sus vinotecas, también está abarrotada de personas. Sin embargo, en las mesas de las terrazas apenas se observan vasos con vino.

En la denominada popularmente como "la calle de los vinos" dominan las cervezas y también la sidra. Con el calor, la mayoría opta por una cerveza para refrescarse y dejan el vino para los últimos instantes de la tarde.

Elisa Alonso es una de las pocas personas con una copa de vino en la mano. "Es lo que tomo siempre, en verano y en invierno", recalca. Alonso, que admite haber estado a punto de decantarse por otras bebidas, señala también que para ella el momento del día tampoco le influye.

No es el caso de José Manuel Ríos y Marta Gutiérrez. Ambos se declaran fieles al vino durante todo el año, pero en las tardes calurosas de verano prefieren una cerveza o sidra y tomar el vino momentos antes de la cena. "El vino, como se toma a tragos más cortos, es mejor para estar un buen rato conversando", afirma Ríos.

Los camareros de los bares de la calle Jerónimo Ibrán coinciden en que con el calor se consume menos vino, pero que por la noche es la principal opción para acompañar con la cena.

Cuando el tiempo acompaña, independientemente de las bebidas que se consuman, los bares se llenan de gente con ganas de disfrutar del mediodía o de la tarde en compañía de familiares y amigos. Pero está claro que la sidra sigue siendo la opción favorita de los mierenses.