La magnitud del estallido de la burbuja de la construcción tiene varias formas de medirse. Una es la cantidad de licencias de obra concedidas por los diez ayuntamientos de las Cuencas. En 2014, el último año con datos disponibles (según la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales, SADEI), los Consistorios de la comarca dieron 148 licencias. En 2008, justo en el inicio de la crisis económica, fueron 240. Dos años antes en 2006, en pleno apogeo inmobiliario, habían sido 275. Otra forma de medir el desplome en la actividad es el empleo que genera la construcción: En una década pasó de 4.276 empleos a los 1.954 actuales. Una tercera forma de medir su crisis es conocer la superficie de los edificios con licencia de nueva obra levantados en estos años. En 2006 fueron 136.753 metros cuadrados En 2014, sólo 4.099, lo que representa el 3% de la superficie que se construía en plena burbuja inmobiliaria.
Cuanta más alta es la altura desde la que se cae, más dura es la caída. Esto es un poco lo que le pasó al sector de la construcción en España, y las Cuencas no fueron una excepción. El año 2006, con la crisis -provocada en buena parte por el estallido de la burbuja inmobiliaria y crediticia- a la vuelta de la esquina, se seguían batiendo récords de empleo, licencias de obra y superficie residencial construida. En el mes de diciembre de aquel año, hace prácticamente una década, había trabajando en el sector de la construcción 4.276 personas en las Cuencas, de las cuales 2.002 lo hacían en la comarca del Caudal y 2.274, en la del Nalón. En junio de 2016, tomando como referencia los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social por concejos disponibles, se establece que hay 1.954 personas ganándose el pan en la construcción, de ellas 1.042 en el Caudal y 912 en el Nalón.
Esto quiere decir que, en cuestión de una década, se destruyeron más de la mitad, exactamente el 54,3%, de los empleos en este sector económico. Langreo, por ejemplo, pasó de tener 1.525 empleados en la construcción a 470. Aller, de 402 a 131. El concejo que más trabajadores mantiene en el sector es Mieres, con 494 (tenía 981). Lena, Caso, Laviana y Morcín han sido los municipios en los que los trabajadores de la construcción mejor han sabido capear el temporal. En Morcín se pasó de 115 a 108 trabajadores, en Lena, de 474 a 299 y en Caso, de 33 a 23. Por su parte, en Laviana se pasó de 320 a 219.
La reducción en el número de licencias de obra otorgadas por los Ayuntamientos también es grande. Las 148 concedidas en 2014 suponen el 53,8% de las que se dieron en 2006, cuando los Consistorios de los valles mineros concedieron un total de 275 permisos. El año en el que se fija el inicio de la crisis, 2008, aún se dieron 240 licencias. La reducción es grande, pero lo es todavía más si se analiza más a fondo el contendido de estas licencias de obra. En 2014 sólo 30 de estos nuevos permisos fueron para la construcción de viviendas de nueva planta. Otras 101 fueron para rehabilitaciones de inmuebles, 7 para demoliciones y 8 para otro tipo de reformas.
En total, ese año 2014 se construyeron 4.099 metros cuadrados en edificios de nueva planta. En 2008, de las 240 licencias que se otorgaron, 80 fueron para levantar nuevos edificios. Esto supuso la construcción de 95.649 metros cuadrados de superficie, un volumen de trabajo que contrasta, y mucho, con los 4.099 de 2014. Los datos son aún más duros si se comparan con 2006, el año de la burbuja a punto de explotar, pero en el que se trabajaba a tope. De 275 permisos concedidos por los Ayuntamientos, 108 se pidieron para construir viviendas y edificios de nueva planta. Los trabajadores del sector construyeron entonces 136.753 metros cuadrados. Es decir, que el volumen de trabajo real en 2014, en materia de construcción de nuevos edificios, en relación a 2006, fue de un 3%. Una cifra que explica por sí sola el descenso del 54,3% del volumen de trabajo existente en el sector.
Promociones
Fue precisamente en el periodo comprendido entre 2006 y 2009 cuando se ejecutaron buena parte de los grandes ensanches urbanos de Langreo (Langreo Centro) y de Mieres (La Mayacina). En Langreo, en 2006, las 24 licencias de construcción de nuevos edificios concedidas sirvieron para hacer 49.166 metros cuadrados de construcciones. En 2009, en Mieres, con 22 licencias, se construyeron 40.010 metros cuadrados, diez veces más de lo que ahora se hace en todas las Cuencas.
