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El Ecomuseo de Coto Musel de Laviana logró abrir como rocódromo

Morcín pretende que el Museo de los Quesos sea un centro multiusos

El pozo San José. Hasta un millón de euros se gastaron en la rehabilitación de esta explotación minera ubicada en el valle de Turón. Una vez terminados los trabajos, el entonces gobierno socialista de Mieres admitía que no tenía una idea fija de qué destinar este equipamiento y se hablaba de convertirlo en un espacio polivalente al servicio de turistas y vecinos. La puerta sigue cerrada y con el candado puesto.

El pozo Santa Bárbara. La explotación turonesa tiene el honor de ser la primera mina considerada Bien de Interés Cultural (BIC). El Ministerio de Cultura asumió las obras de restauración, que supusieron un desembolso de 600.000 euros. Los trabajos terminaron hace ya más de un año y, desde entonces, no se ha decidido qué hacer con el pozo. Hunosa, su propietaria, realiza visitas guiadas, pero éste tampoco era el sentido que se pretendía dar a la explotación.

Centro de la trucha. El centro de interpretación de la trucha de Laviana, denominado también aula didáctica del río Nalón, está vacío. Comparte edificio con un centro de cría de alevines que sí está en marcha desde 2009. El conjunto costó más de 715.000 euros procedentes del plan desarrollo rural europeo Proder.

Casa del Urogallo. Está ubicada en la localidad casina de Tarna y su construcción se incluyó en el proyecto del parque de la fauna de Redes, una ambicioso plan financiado con fondos mineros en el que se incluía también el macro hospital de animales de Sobrescobio. Costó 678.000 euros y está vacío y deteriorándose. Que no tuviese equipamiento ni suministro eléctrico no impidió su inauguración, en mayo de 2010 por el entonces consejero de Medio Ambiente, Francisco González Buendía.

Ecomuseo de Coto Musel. El proyecto para convertir las antiguas minas de montaña de Coto Musel de Laviana en un museo fue planteado hace más de cuatro lustros por el Ayuntamiento. Finalmente, y con ayudas de fondos mineros, el proyecto se puso en marcha en 2009 con la mejora de los accesos, la rehabilitación de bocaminas y la reconstrucción de la antigua casa de aseos, que debería convertirse en el centro de interpretación de la mina de montaña. Estas obras, consideradas la primera fase del ecomuseo, costaron 636.743 euros y finalizaron a finales de 2010. Finalmente, y tras pasarse cinco años cerrado, cuatro clubes deportivos de Laviana se unieron para abrir el equipamiento, eso sí, como rocódromo.

Museo de la Carisa. Al Ayuntamiento de Aller se le ocurrió la idea de crear en Nembra un centro de interpretación sobre la vía Carisa, que es uno de los principales yacimientos arqueológicos de la región. En total, se gastaron unos 400.000 euros para habilitar este museo que no tiene fecha de inauguración.

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