Jonatan Castaño es policía local, Víctor Bataller trabaja en un hotel de Valencia y Roberto Camino es ingeniero industrial. En la jornada de ayer, los tres aparcaron sus profesiones habituales, junto a otros siete visitantes, para ponerse por un día en la piel de un minero. Se enfundaron un mono azul y, provistos de casco y lámpara de mina, bajaron por la jaula del pozo San Luis para conocer los entresijos del trabajo en una explotación carbonera. El grupo participó en una novedosa experiencia organizada por el Ecomuseo del Valle de Samuño con motivo de la conmemoración del Día internacional de los museos destinada a acercar al visitante la realidad del oficio minero. Los gestores del equipamiento estudian incluir este tipo de visita, que ayer se estrenaba, en el programa habitual de visitas del ecomuseo minero.
"Me parece una forma muy interesante se acercarse a la vida minera y a una actividad que ha sido muy importante en la región", indicaba Covadonga Loza, mientras se vestía en la casa de aseos con los ropajes mineros. La siguiente escala fueron las antiguas oficinas. Allí esperaba al grupo Guillermo Laine, coordinador técnico de Sadim, que habló a los visitantes de la configuración de las minas y de los peligros que esconden. Uno de ellos es el grisú, que en 1927 se llevó la vida de catorce trabajadores del pozo San Luis.
Un descenso en la jaula del pozo de apenas unos segundos de duración condujo a los visitantes a 32 metros de profundidad, a la galería por la que habitualmente circula el tren de minero. "Un tío mío trabajó en Candín y tengo un primo que está en Nicolasa. Tenía muchas ganas de conocer esto y ha surgido la oportunidad perfecta", reflexionó Jonatan Castaño, vecino de Oviedo.
Casi todos los visitantes del grupo eran asturianos, aunque uno de ellos procedía de Valencia. El foráneo era Víctor Bataller, que no perdió detalle de las explicaciones de Laine y del guía Óscar Rodríguez. "Estoy de vacaciones en Asturias y ya he pasado por Ribadesella, Llanes, Lastres y Cudillero. Me enteré de que había esta visita a través de internet y me pareció algo diferente; no conocía ninguna mina y me parece una experiencia muy curiosa y llamativa".
