Uno de los temas tratados, y quizá el único que "alteró" la visita de Pilar Platero a Hunosa, fue la situación judicial entre la hullera y Uminsa -empresa de Victorino Alonso- por el caso de carbón desaparecido. Fue nombrar al magnate del carbón y a Platero le cambió el semblante, tal y como aseguraron asistentes a la reunión. Una prueba del desencuentro entre el Gobierno central y el empresarios minero.

Los sindicatos plantearon que, ante las maniobras del magnate para eludir la sentencia que le obliga a paga 38 millones de euros a Hunosa, la SEPI inicie los trámites para hacerse con las concesiones mineras de esta empresa y sus trabajadores, cuestión que los dos sindicatos manifestaron en el último Consejo de Administración de Hunosa.