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JOSÉ VICENTE LÓPEZ-BAO | Investigador, acaba de publicar un estudio sobre ataques al ganado

"Los políticos utilizan lobos y osos como chivos expiatorios de otros problemas"

"Las prácticas más antiguas, como el pastoreo, siguen siendo de las más exitosas para evitar ataques de los grandes carnívoros al ganado"

El investigador José Vicente López-Bao.

El investigador José Vicente López-Bao, adscrito a la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad, ubicada en el edificio de investigación del campus de Mieres, acaba de publicar un estudio en la revista "Scientific Reports", en colaboración con investigadores suecos donde dan cuenta de la escasa evidencia disponible sobre la efectividad de las medidas para reducir los ataques de los grandes carnívoros al ganado. Un problema que, como señala el investigador, es global, pero que en Asturias genera polémica por los ataques de lobos -en las últimas se han producido varios de forma especial en el concejo de Caso y en zonas muy cercanas a poblaciones lo que ha despertado cierto temor en la población- y las posturas encontradas entre diferentes actores como ganaderos y ecologistas.

-¿Cómo surge la investigación sobre las medidas de prevención de los ataques de grandes carnívoros al ganado?

-Cuando los grandes carnívoros comparten el territorio con nosotros, uno de los mayores problemas asociados es la depredación de nuestro ganado o nuestras mascotas. Esto influye sobre la disposición del hombre a coexistir con estas especies y se relaciona con situaciones de elevado conflicto social. Es algo que se puede ver a pequeña escala en algunas regiones de Asturias con el lobo, pero es un patrón común en todas partes. A lo largo de nuestra historia, se han venido utilizando varios métodos de prevención de daños al ganado y muchas veces se apuesta decididamente por ellos desde diversos sectores de la sociedad, como en el caso del uso de los perros de custodia de ganado o los controles de la población, los cuales generan mucha controversia.

- ¿Cuándo empezaron?

-Hace cuatro años nos empezamos a preguntar cuál era la evidencia disponible sobre la efectividad de los diferentes métodos de prevención disponibles. Como se llevan utilizando métodos de prevención durante mucho tiempo, debería de haber información suficiente como para hacer una revisión sistemática y generar una serie de generalidades de cómo utilizarlos.

-¿Y qué ocurrió?

-La sorpresa fue que, cuando revisamos la literatura científica, nos dimos cuenta de que la evidencia disponible sobre la efectividad de los métodos de prevención es muy limitada, a pesar del uso generalizado que se hace de ellos, además de porque se demandan desde muchas partes de la sociedad y se invierten muchos recursos en ellos, tanto públicos como privados. Al final, entre 1990 y 2016, y sobre un total de 562 publicaciones sobre el tema, solamente encontramos 21 publicaciones que realmente cumplían unos requisitos mínimos para poder hacer inferencias, una medida cuantitativa sobre la efectividad de las medidas adoptadas y un diseño de estudio experimental o cuasi-experimental. Aun así, sobre este número limitado de publicaciones, nos ha permitido ver que hay métodos que, cuando se implementan, tienen el potencial de reducir los ataques de grandes carnívoros al ganado.

- ¿Qué reflexión saca?

-Que haya esa pequeña evidencia disponible, 21 trabajos en más de 25 años, es muy sorpredente y hace reflexionar sobre la necesidad de prestar más atención a evaluar la efectividad de los métodos de prevención de cara a mejorar dicha efectividad o bien a implementar métodos alternativos, más cuando algunos de ellos son tan controvertidos como los propios controles de población.

-¿El ataque de los grandes carnívoros al ganado es un problema global?

-Claro, donde ganado y grandes carnívoros se solapan en el territorio se dan casos de depredación al ganado. En nuestro estudio hemos revisado qué se sabe de métodos de prevención para todas las especies de grandes carnívoros en diferentes contextos, desde el uso de bomas en África por los Masais para proteger a su ganado de ataques de leones, leopardos o hienas; la aplicación de controles sobre lobos y coyotes en Norte América o el uso de perros de custodia de ganado y cercados en Europa, por poner sólo unos ejemplos. Es una cuestión a escala global, el problema básico es el mismo, tienes un depredador que depreda sobre tu ganado y eso genera intolerancia a la presencia de estas especies en una parte de la sociedad, da igual si es un león, un lobo, un tigre o un oso, evidentemente cada especie tiene sus más y sus menos, y hay especies más toleradas que otras.

-¿Qué tipo de prácticas se ven como efectivas para prevenir los ataques?

-Curiosamente, aunque son muy pocos trabajos, 21 de 562, es destacable que abarcaban un número muy diverso de prácticas. Te puedes encontrar con las prácticas más antiguas, con las que empezó todo, como el pastoreo de los animales, el uso de perros guardianes de ganado, o el uso de cercados, que son prácticas que tienen una tradición de uso de siglos, a métodos más recientes como el uso de sistemas de sonidos o luces para ahuyentar a los animales. También los métodos de eliminación de depredadores que hablamos antes. Curiosamente, nos ha llamado la atención el caso de los cercados electrificados. No me refiero a los pastores eléctricos, que son para mantener al ganado. Un hilo electrificado para que el ganado no se salga de una finca, eso no es un método de prevención. Con un hilo solo es imposible evitar que el lobo entre en la finca. Pues estos cercados electrificados, que se recomienda habitualmente su uso, y que incluso las administraciones subvencionan a la hora de adquirirlos, son un método que carece de evaluaciones científicas apropiadas sobre su efectividad.

-¿Cómo es la relación entre los principales actores, como ganaderos, conservacionistas, investigadores y administración?

-Hay situaciones de conflicto relacionadas con la presencia de estas especies, como las que podemos vivir aquí con el lobo, que están dominadas por un estado de desconfianza. Hemos llegado a un punto en el que los diferentes sectores de la sociedad, los más o menos implicados porque al final afecta a la sociedad en su conjunto, no se quieren sentar a hablar entre ellos muchas veces. Tampoco muchas veces quieren hablar con las administraciones. Hay muy poca comunicación y así es muy difícil avanzar. Nosotros entendemos que existe un objetivo común entre todas las partes, que es que queremos que haya estas especies, pero también queremos que produzcan el menor impacto posible sobre actividades como la ganadería.

- ¿Cómo se puede lograr ese punto de encuentro?

-Creo que profundizando encontraremos puntos de encuentro, es una cuestión de corresponsabilidad, de poner cada uno nuestra parte, de un interés común de la evaluación sobre la efectividad de un método de prevención porque igual tenemos que mejorarlo o utilizar otro? Tenemos que hacer todo eso por el interés común, la colaboración es fundamental, los ganaderos porque no quieren tener daños, los ecologistas porque les interesa la conservación de estas especies, y los gestores por el interés en gestionar los conflictos asociados a la presencia de estas especies de la mejor manera posible. La colaboración y comunicación es una pieza básica si queremos construir relaciones de confianza y abandonar este estado actual en el que todos desconfían de todos. Es un conflicto muy polarizado en el que no se quiere hablar, muchas veces solamente se defiende posturas extremas.

-Pero las posturas entre las partes son contrarias incluso a nivel político.

-A nivel político, especies como lobos y osos muchas veces se utilizan como chivos expiatorios de otros problemas, que muchas veces poco tienen que ver con estas especies. Un ejemplo claro son su uso como símbolos de divisiones (políticas) entre mundo rural y mundo urbano, donde estas especies pueden ser utilizadas como armas arrojadizas para generar debates sobre otras cosas que pueden afectar al mundo rural y que son muy importantes, pero que se discute poco sobre ellas. Otros ejemplos serían símbolos de divisiones entre individuos o grupos, y entre diferentes valores e intereses. Estamos observando que ha ido aumentando bastante el nivel de conflicto polarizado, los desencuentros, las posturas enfrentadas, lo que algunos llaman la guerra del lobo, creemos que ha crecido en los últimos años.

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