El pasado 30 de marzo fue una fecha clave en la política allerana y asturiana. El titular del Juzgado de primera instancia e instrucción de Lena abría juicio oral contra el alcalde de Aller, David Moreno, por un "presunto delito continuado de prevaricación", del que también está acusado Gabriel Pérez Villalta, su antecesor en el cargo. La investigación se centró en la concesión de subvenciones, supuestamente ilegales, a la Asociación para la Enseñanza y Promoción del Deporte en Aller para la oferta de actividades en el polideportivo de Sotiello.

Esta situación y la apertura de juicio oral conllevó una tormenta política en Aller y también en el seno del PSOE, pues esa situación procesal es la línea roja marcada en la Federación Socialistas Asturiana (FSA) para exigir la dimisión de sus cargos. Y así lo hicieron. Los responsables de los socialistas asturianos exigieron a Moreno que presentara la dimisión como alcalde, algo que se negó a hacer. Le incoaron entonces un expediente de expulsión del PSOE, pero antes de que se resolviera, el propio Moreno fue el que entregó el carné. Sin embargo, no lo hizo solo. Su grupo de concejales en el Ayuntamiento de Aller hizo lo propio.

De esta forma, el gobierno local allerano no ha cambiado en cuanto las personas, pero si en cuanto a su condición, ya que aunque funcionen como tal ahora los ediles no tienen grupo político y gobiernan desde la condición de no adscritos.

La situación provocó que la oposición pusiera sobre la mesa la posibilidad de plantear una moción de censura para desbancar a Moreno. Intentó liderarla el PP, pero no hubo acuerdo. Moreno sigue en la Alcaldía, y todavía está a la espera de que se señale la fecha del juicio.