Por desgracia, si hay una época marcada en rojo en el calendario de los albergues y de los depósitos municipales de animales es el verano. Son muchas las familias que al irse de vacaciones dejan a sus mascotas abandonadas, teniendo las protectoras y los albergues que hacerse cargo de estos animales que vagan solos por las calles. El caso de Mieres no es una excepción y el mes de julio el equipamiento gestionado por la protectora Alma Animal ha recibido un importante número de entradas. La situación podría haber sido dramática para unas instalaciones municipales que requieren de una amplia mejora -que están llevando a cabo los voluntarios-. Sin embargo, las casas de acogida están permitiendo desahogar el brutal impacto de la llegada de muchos animales en el verano.

Las responsables de gestionar la perrera de Mieres explicaron ayer a este diario que el recién terminado mes de julio "ha sido difícil, hemos tenido muchas entradas de animales en el albergue y apenas hubo salidas". Las jaulas se llenan cada vez más y eso que las acogidas siguen funcionando, por lo que se mitiga el impacto de la llegada de animales.

El caso más grave al que se enfrentaron este pasado mes fue atender a "Bimba", una perra encontrada en los montes de Murias hace unos días y que tenía consigo a once cachorros recién nacidos. En total, doce bocas más que alimentar y atender. No sólo eso, sino que también, unos días antes, el albergue había recibido otros siete perros, además de las entradas con cuenta gotas que van llegando.

"Es una situación complicada", reconocen los miembros de la protectora que gestiona el albergue de animales de Mieres. "En verano mucha gente se olvida de los animales y hay que concienciar para que no sucedan este tipo de cosas. Cuando se decide tener un animal hay que cuidarlo y tratarlo como se merece", apunta la protectora.

El albergue de Mieres podría estar ahora mucho más masificado de lo que está. Y es que bajo la tutela de Alma Animal hay más de un centenar de perros. Sin embargo, la asociación avilesina tiene una red de casas de acogida que ha logrado aliviar la carga de la perrera.

"Toda ayuda es poca, pero la verdad es que las casas de acogidas nos funcionan muy bien", señalan las responsables de Alma Animal. En verano es algo más complicada la gestión, ya que las vacaciones obligan a reprogramar alguna de estas acogidas de perros, pero en resumidas cuentas, estos hogares temporales para los animales suponen un gran balón de oxígeno para la perrera.

Por el momento, Alma Animal seguirá gestionando la perrera de El Morgao. Tiene un acuerdo temporal con el Ayuntamiento de Mieres y se hará cargo de las instalaciones hasta que se adjudique el servicio de forma definitiva. El primer concurso quedó desierto. Ahora, el gobierno local tiene previsto elaborar unas nuevas bases tras el verano. Mientras tanto, los perros de Mieres estarán protegidos por sus "almas".