El relevo en la concesión del contrato de la limpieza de la Mancomunidad del Valle del Nalón ha supuesto un calvario para las cinco trabajadoras que se encargan de las instalaciones del ente comarcal.

Susana Artime y Ángeles Espinosa, como portavoces de las limpiadoras, denuncian que desde el relevo el pasado marzo de la empresa Lacera por la gijonesa Abanzia vienen sufriendo "retrasos e impagos" en sus nómina por parte de la nueva adjudicataria, por unas cantidades que superan los 15.000 euros.

Los problemas de estas trabajadoras comenzaron desde el mismo momento en que Abanzia se hizo cargo de la contrata de limpieza de los edificios de la Mancomunidad, entre los que se encuentran el Conservatorio Valle del Nalón y el centro de educación especial Juan Luis Iglesias Prada en Sama o las oficinas del ente en Sotrondio.

Las trabajadoras denuncian que Abanzia tardó un mes y medio en darlas de alta en la Seguridad Social. Asimismo, también señalan el retraso en recibir los uniformes de trabajo de la nueva empresa y , sobre todo, la falta de entrega de los materiales de limpieza para realizar su trabajo. Hasta el momento, y desde que la nueva adjudicataria tomó el relevo el 13 de marzo, han utilizado los productos que dejó la anterior empresa.

A pesar de estas deficiencias, el mayor problema que denuncian es el retraso y los impagos de sus nóminas. El salario correspondiente a marzo lo cobraron a finales de abril. Un mes que señalan que Abanzia directamente se "saltó" a la hora de abonarles su salarios.

El "vía crucis" de las cinco trabajadoras no paró aquí, el mes de mayo lo cobraron a finales de junio y el último ingreso, de parte de sus nóminas, fue el pasado agosto. De la parte proporcional de la paga extra de verano que les corresponde este año tampoco tienen noticias todavía.

Además, señalan que contactar con los responsables de la concesionaria es una tarea "casi imposible" y que han recibido "coacciones" cuando han reclamado el abono de sus salarios ante las excusas que se les presentaban desde la empresa. De momento, las medidas que han tomado ante esta situación ha sido presentar denuncias en la inspección de trabajo en cada ocasión que no cobran o lo hacen con retraso, ya que el abono debe ser entre el día 1 y el 10 de cada mes.

Las trabajadoras ya comunicaron su situación a la Mancomunidad, desde la cual les ha asegurado que no prorrogarán el contrato con Abanzia. Asimismo, manifiestan que desde el ente comarcal se les aseguró que ya están estudiando como rescindir el contrato ante las deficiencias del servicio. Un proceso complejo que preocupa a las trabajadores porque supondrá seguir sumando meses de retrasos e impagos de los salarios que les corresponden.