Una pequeña plantación de marihuana les pudo costar muy caro a dos vecinos de Ujo, concretamente 30 meses de cárcel a cada uno, que era la petición inicial que había formulado el ministerio fiscal en el juicio que se celebró ayer por la mañana en el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo. Sin embargo, la declaración de los agentes de la Guardia Civil que llevaron la investigación, quienes destacaron que "sólo eran cuatro plantas", descartando ante el tribunal que el objetivo final de la plantación fuese el tráfico de drogas, fue vital para que el fiscal retirase los cargos y la juez absolviera a estos dos vecinos.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2015 cuando los agentes incautaron cuatro plantas de marihuana que, tras los análisis oportunos, arrojaron un peso de 3,9 kilos. Ambos acusados declararon ante la juez que la plantación se había realizado "para consumo propio" y que, para ello, se habían ayudado de varias revistas especializadas que habían adquirido en un quiosco.

Tras los implicados pasaron a declarar como testigos ante el tribunal varios agentes de la Guardia Civil, que fueron los que habían llevado la investigación hace dos años. Todos coincidieron en afirmar que no tenían constancia de que las plantas fueran destinadas al tráfico de drogas y sí destacaron que éstas eran visibles. El último de los agentes ofreció una explicación más extensa que fue clave para exculpar a los acusados. Este agente señaló que cuando se incauta una plantación de marihuana hay que decidir si se trata de una infracción administrativa o penal. En el caso de la plantación de Ujo, inicialmente se descartó la vía penal. El agente señaló que los implicados no tenían antecedentes policiales ni tampoco tenían constancia de que se dedicasen al tráfico de drogas. También apunto que se trataba de una cantidad de plantas "irrelevante". Es más, puso como ejemplo otras incautaciones con un mayor número de plantas "que tampoco habían ido por la vía penal".

Asimismo, apuntó que en las cuatro plantas de marihuana incautadas "ni siquiera había cogollos, que es la marihuana en sí, porque a las hojas se le puede dar otros usos". Por eso descartó que se les hubiesen incautado casi cuatro kilos de marihuana, tal y como constaba en los escritos de acusación, sino que lo que se les había incautado fueron cuatro plantas de marihuana, con lo que el encausamiento cambiaba. A pesar de que estos agentes habían recomendado una infracción administrativa en su informe, finalmente se modificó a penal desde el cuartel de Ujo. El citado guardia civil manifestó desconocer por qué se había hecho este cambio. Tras esta explicación, el ministerio fiscal, que inicialmente pedía dos años y medio de cárcel para cada uno y una multa de 39.700 euros, decidió retirar su acusación. La jueza que instruía el caso en el Juzgado de lo penal de Oviedo procedió a su absolución, algo que los implicados aceptaron de buen grado, así como los letrados que llevaban su defensa.