Triana se aparta el pelo rubio para ver bien con sus ojos azules: "Pásame el lápiz verde, Aroa", le pide a una niña de piel morena que está a su lado. Están pintando un mural y, aunque aún son pequeñas, ya saben que con colores quedará más bonito. Lástima que, a veces, los mayores no lo tengan tan claro. Ellas son dos de las niñas que ayer jugaron en los talleres de la I Jornada de Convivencia del barrio de La Vega de Santullano: un encuentro organizado por vecinos y administraciones para poner en valor la multiculturalidad y terminar con los problemas de convivencia. La petición vecinal es unánime: necesitan ayuda del Principado y el Ayuntamiento para desarrollar el barrio.

Nuevo Santullano cuenta con una población muy joven y multicultural. Hay un alto porcentaje de vecinos de etnia gitana, además de inmigrantes del este de Europa y África. Aunque en los últimos meses la situación se ha calmado, todos reconocen que la convivencia no siempre es fácil. "Lo que pasa aquí es que este es uno de los barrios más jóvenes de Mieres. Yo recuerdo que antes, hace treinta años o algo más, había problemas en Santa Marina, en San Pedro o en Rioturbio", afirmó Lito García, presidente de la asociación de vecinos. La situación, añadió, "fue calmándose con el tiempo. Lo que pedimos a las administraciones es que no desamparen a este barrio y nos ayuden a salir adelante".

Los tiempos ahora son más difíciles. "Muchos vecinos son jóvenes parados, jóvenes con mucho tiempo libre, y por ahí hay que empezar a atajar el problema", afirmó Lito García. Palabras que comparte con Elena Miguel, responsable en Mieres de la Fundación Secretariado Gitano: "Este es un mal momento en muchos aspectos, por eso tenemos que hacer un esfuerzo y trabajar todos juntos para mejorar la situación". Una muestra del esfuerzo es el programa de formación que está llevando a cabo la Fundación en el municipio. El director de Secretariado Gitano en Asturias, Víctor García, agradeció la celebración de la jornada de convivencia en un espacio lúdico: "Aquí es más fácil compartir tiempo y experiencias, permite intercambiar opiniones más allá de la calle y el portal".

Es en los portales, precisamente, donde han surgido la mayor parte de los problemas del barrio. Las viviendas de Nuevo Santullano son pisos de protección oficial que el Principado puso en venta o alquiler. Los propietarios han denunciado en múltiples ocasiones desacuerdos con los inquilinos: por horarios, por ruidos y por polémicas en las zonas comunes. Fermín Bravo, director general de Vivienda, señaló ayer que "son problemas que tenemos en todas las comunidades mixtas, no sólo en Santullano". Están mediando para que haya acuerdos entre todos los vecinos. El responsable del Principado acudió ayer a Santullano para compartir impresiones con la comitiva municipal, encabezada por el alcalde, Aníbal Vázquez. La edil de Servicios Sociales, Delia Campomanes, se mostró satisfecha con la marcha de la primera jornada de convivencia.

El encuentro forma parte de un programa más amplio, que se ha elaborado en una mesa de trabajo con muchos participantes: Principado, Ayuntamiento, vecinos y asociaciones locales como "Progreso Gitano". El presidente de la entidad, Juan Ferreduela, explicó que "hubo tiempos de mayor conflictividad. Ahora está todo más calmado". Reconoce que hay algunos aspectos a mejorar para el desarrollo del barrio: "Nosotros ahora estamos muy centrados en la concienciación para terminar con el ausentismo escolar. Los niños tienen que ir a la escuela, es su obligación", explicó.

La conclusión unánime fue que "vivir juntos es posible". Hubo una espicha para compartir experiencias. Luego, música de gaita y cante gitano. Triana y Aroa colgaron el mural para que el recinto ferial estuviera más bonito.