La dirección general de Vivienda del Principado incrementará la vigilancia para evitar los problemas de convivencia entre propietarios e inquilinos en los pisos de protección de Santullano, en Mieres. Las mayores complicaciones surgieron en el edificio "Los Álamos", un inmueble con los portales "Los Álamos", "La Tortuga" y "Las Encinas". Entre otras cuestiones, los propietarios habían denunciado la aparición de pintadas y excrementos en las escaleras, además de daños en zonas comunes (como el ascensor o las cocheras). La Administración regional se compromete a "controlar más y mediar", pero advierte de que los daños que se producen en zonas comunes "son responsabilidad de todos los propietarios".

El director general de Vivienda, Fermín Bravo, aseguró que "el problema de las comunidades mixtas no sólo se da en Santullano". Se denominan "comunidades mixtas" a los edificios en los que conviven propietarios particulares con inquilinos de pisos que son de titularidad pública, arrendados a través del Principado: "Los problemas de convivencia se dan aquí en Santullano, en el centro de Mieres y en el centro de Oviedo o Gijón. Es algo muy habitual y en lo que estamos trabajando", afirmó Bravo el sábado, cuando visitó el recinto ferial de Santullano para participar en la I Jornada de Convivencia del barrio de La Vega.

Es habitual en muchos edificios, pero el caso de Santullano iba un paso más allá. Los propietarios llegaron a definir su vida como "un auténtico infierno". Se sentían "amenazados" por algunos inquilinos: música hasta altas horas, fiestas en la escalera e, incluso, enfrentamientos entre los dos bandos. "Debemos estar pendientes y concienciar en la empatía y el respeto hacia los demás vecinos. Hablamos del respeto por los horarios de descanso y otras necesidades diarias que no pueden verse interrumpidas por faltas graves en la convivencia", señaló Bravo.

"Estaremos más pendientes", fue el compromiso final alcanzado por el responsable regional. Pero, en este punto, destacó que también han surgido "complejidades" por las reparaciones y el mantenimiento necesarios en las zonas comunes. "Los propietarios saben que esto es responsabilidad de todos los propietarios, incluido el Principado. Pero no sólo del Principado", señaló. Es decir, cada vez que se produzcan daños o sea necesaria una mejora, tendrán que financiarse a través de todos los dueños del edificio: "La Administración regional actúa con mayor diligencia cuando es propietaria única porque puede acometer las obras sin la necesidad de buscar acuerdos tras informar al resto de dueños". El incremento de control en los pisos, especialmente en el bloque "Los Álamos", está incluido en un programa de mejora de la convivencia que afronta el Principado, junto a los vecinos, distintos colectivos y el Ayuntamiento.