El Ejecutivo regional aprobó ayer la declaración del poblado minero de Bustiello, ubicado en la parroquia de Santa Cruz, como Bien de Interés Cultural (BIC). Una declaración que engloba también los cuarteles de Santa Bárbara, el hospital de la Sociedad Hullera Española (en muy mal estado) y la mina Dos Amigos. Desde el Ayuntamiento de Mieres se mostraron "satisfechos" con esta decisión, que aseguran repercutirá tanto en el turismo como en el empleo. También quisieron tranquilizar a los vecinos de Bustiello, que serán informados de sus derechos como residentes en un Bien de Interés Cultural.

El concejal de Cultura de Mieres, Juan Ponte, mantuvo ayer comunicación con Patrimonio, con quien aseguró que hay "una perfecta coordinación". Una de sus principales preocupaciones son los vecinos del poblado minero, a los que quiso tranquilizar asegurando que "vamos a tener un encuentro con ellos para explicarles sus derechos". Y es que, por ejemplo, los residentes de Bustiello estarán a partir de ahora exentos de abonar el Impuesto de Bienes Inmuebles. Otro aspecto que preocupa más a la ciudadanía es la posibilidad de hacer reformas en sus casas. Al respecto, Ponte aseguró que "la declaración como BIC estará regulada por un decreto donde se especificará qué permisos podemos tramitar desde el Ayuntamiento y cuáles tendrán que pasar el filtro del Principado". En cuanto al reconocimiento del poblado, el concejal de Cultura aseguró que "no hay mayor protección ni reconocimiento posible, va a repercutir de forma positiva en el turismo y en el empleo, porque esperamos que se incremente el número de visitantes en la zona".

Bustiello es un ejemplo paradigmático de poblado minero de promoción empresarial, enmarcado en la política paternalista desarrollada por la Sociedad Hullera Española, una de las grandes compañías mineras asturianas hasta su integración en Hunosa en 1967. Su construcción comenzó en 1890 y fue concebido como lugar de residencia ideal para una población integrada por directivos de la empresa y obreros considerados como "ejemplares", a los que se premiaba por su dedicación y por mantenerse alejados de las luchas sindicales. El singular diseño del poblado obedece al ingeniero francés Félix Parent y adopta el modelo de colonia industrial, siguiendo las premisas de la ciudad jardín que estaba de moda en la Europa de principios del siglo XX. Constituye, además, una lección magistral de urbanismo, arquitectura y artes aplicadas

El conjunto histórico se complementa con los cuarteles de Santa Bárbara, formados por 24 viviendas ubicadas entre el río Aller y la vía férrea que datan de la década de 1910, y con el grupo minero de montaña Dos Amigos, situado en la margen derecha del cauce.