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La planta langreana estaba ya entre las menos contaminantes de las cinco activas en la región

Sólo la central de Soto de Ribera presenta actualmente niveles de emisiones de CO2 menos agresivos para el medio ambiente

La planta langreana estaba ya entre las menos contaminantes de las cinco activas en la región

Iberdrola había realizado durante los últimos años importantes esfuerzos para conseguir rebajar considerablemente los gases contaminantes que escupe a la atmósfera la planta térmica de Lada que ahora pretende cerrar. Había logrado, con sus inversiones, que la central, que se alimenta desde hace tiempo con carbón importado, fuera una de las menos contaminantes de entre las térmicas que están activas en la región. De hecho, con una emisión de 947,89 gramos de CO2 por kilovatio-hora (kWh) es la segunda planta de la región menos agresiva, únicamente por encima de la de Soto de Ribera (900,09) y muy lejos de las de Aboño (1.254,12) y La Pereda (1.027,24) .

La planta está completamente preparada para los exigentes recortes sobre los efectos contaminantes que reclama la Unión Europea (UE) para este tipo de instalaciones energéticas y que tienen que estar listos para 2020. No llegará con vida a esa fecha. La compañía anunciaba de la siguiente forma el cierre de la térmica de Lada en sus redes sociales. "Nuestro compromiso es real con el cambio climático. Ya somos líderes mundiales en renovables... Y cerramos nuestras plantas de carbón en todo el mundo". Con lo que cortará de raíz sus emisiones.

Las cada vez más restrictivas normas medioambientales están poniendo contra las cuerdas a este tipo de instalaciones, que empiezan a tener los días contados. Unas zancadillas que están tirando al suelo a muchas de estas plantas ya que las compañías energéticas prefieren cerrarlas antes de tener que hacer multimillonarias inversiones para meter tijera a sus gases. Asturias tiene cinco térmicas que queman carbón. Son Lada, La Pereda, Soto de Ribera, Aboño y Soto de la Barca. Entre todas, emiten el 57,6% del dióxido de carbono industrial que se contabiliza en la región. Del grupo, la langreana es de las menos contaminantes. De las plantas que quedan en activo tres consumen mineral nacional. Son las de Narcea (Gas Natural Fenosa), la de Soto de Ribera (EDP-HC) y la de La Pereda en Mieres, que controla Hunosa. En el caso de Aboño, también de la compañía portuguesa, utiliza distintos combustibles pero la proporción de carbón autóctono ha sido simbólica durante estos últimos años.

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