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Los expertos ven "esencial" la plantación de pinos silvestres en Las Ubiñas y Redes

La Universidad y el FAPAS creen que la especie es clave para regenerar el terreno y hacerlo viable para frutales que atraigan a osos y urogallos

Masa forestal en la zona de La Canaleya, en el parque de Redes. FERNANDO RODRÍGUEZ

El pino silvestre es "esencial" para conseguir la vuelta del urogallo y asentar población de osos en los espacios protegidos de las Cuencas. Es lo que defienden los expertos, que reclaman al Principado que revise la normativa que actualmente prohíbe la plantación de esta especie. Afirman que se ha "etiquetado erróneamente" como una especie alóctona y que no se tiene en cuenta su alto valor para la recuperación de suelos degradados y el asentamiento posterior de otro tipo de árboles, como frutales.

La reivindicación empezó antes del invierno, durante una plantación en la estación de Valgrande-Pajares en la que participa el Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS). El presidente de la entidad, Roberto Hartasánchez, destacó que "hemos aprovechado esta plantación para repoblar con pinos salvajes". "Resulta contradictorio que el único lugar en el que podemos plantar estos árboles sea en una zona que no está protegida, en otros espacios no es posible", añadió.

Los pinos silvestres son "esenciales" para la recuperación de los suelos. Marcos Barrio, ingeniero de Montes y subdirector de la Escuela Politécnica de Mieres, explicó que "para recuperar un espacio que está degradado, no puedes plantar directamente especies como el roble". Es necesario repoblar con una especie "menos exigente", como es el caso de los pinos silvestres: "De esta forma, el suelo se prepara para la plantación de otros árboles que requieren más calidad en la superficie", señaló el experto.

La riqueza arbórea y los frutales permitirían la vuelta de los urogallos y asentar, con mayor rapidez, población de osos en Las Ubiñas y Redes, según la argumentación del representante de la Universidad de Oviedo.

Roberto Hartasánchez afirmó, por su parte, que la prohibición de plantar pinos silvestres parte de "un ecologismo mal entendido". Según su exposición, "estos árboles no son perjudiciales, lo que ha sido perjudicial es la forma en la que se plantaron durante muchos años". Lo mismo ocurre con otras especies, como los eucaliptos: "Se han distribuido de una forma casi destructiva, lo que ha demonizado, sin razón, a las especies", explicó el presidente de FAPAS.

Hay otra razón -también errónea, según explican los expertos- que impide la plantación de los pinos silvestres en los parques naturales existentes en la región. Esta es que, durante muchas décadas, se han considerado una especie alóctona. Marcos Barrio afirmó que "hay registros polínicos que indican la presencia de pinos silvestres en la Cordillera Cantábrica". "Nuestros antepasados extinguieron la especie aquí, por lo tanto es un árbol excluido por la acción del hombre", añadió el subdirector de la Escuela Politécnica de la Universidad de Oviedo. El experto defendió esta idea en las Jornadas sobre el Paisaje Protegido celebradas en el concejo de Mieres.

La prohibición de plantar pinos silvestres en los espacios protegidos se extiende por toda la región, pero resulta más dañina en los parques naturales ubicados en las comarcas mineras. Según los expertos, tanto el espacio protegido de Las Ubiñas como el de Redes son dos puntos en los que los conservacionistas han centrado esfuerzos para la recuperación del oso cantábrico: "De nada sirve emplear fondos y recursos humanos si las administraciones no atienden a los criterios necesarios para que los trabajos sean lo más productivos posible", concluyeron.

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