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MARÍA LUISA MERLO | Actriz, acaba de recibir la Medalla de Oro de Bellas Artes

"Me paso el día hablando de Mieres, no se puede ser más embajadora que yo"

"Llevo 61 años de profesión, pero estoy con energía y tengo un público que me quiere; renunciaré a los escenarios cuando no me vea bien"

La actriz valenciana María Luisa Merlo. ÁLEX ZEA / LA OPINIÓN DE MÁLAGA

Nieta, hija y madre de actores, María Luisa Merlo (Valencia, 1941), asegura que Mieres es su segunda tierra y viene en cuanto tiene ocasión. La actriz, que tiene dos obras en cartel en la actualidad, pretende llevarlas a la villa, así como al resto del Principado en los próximos meses. Además, está de enhorabuena, ya que su labor ha sido reconocida con la Medalla de Oro de Bellas Artes, un premio a toda una trayectoria artística.

-Acaba de recibir la Medalla de Oro de Bellas Artes, ¿qué supone este reconocimiento?

-Ahora me llaman excelentísima señora (ríe), la verdad es que es un regalo, me lo dijeron el día de la Lotería de Navidad, aunque la entrega no será hasta el año que viene. Para mí es una alegría con la que premian a toda una familia de actores, porque yo formo parte de la tercera generación y mis hijos ya van por la cuarta. Así que la alegría se la han llevado todos. Mi padre murió casi sin reconocimientos, porque falleció muy joven, pero de él aprendimos todos. La vena artística siempre ha estado en la familia, aunque la primera actriz fue mi abuela Amparo Piquer.

-¿En qué anda usted metida ahora?

-Estoy con dos obras. Por un lado, "Las cosas de papá y mamá", y por el otro "Conversaciones con mamá", que acabo de estrenar con Jesús Cisneros con un éxito impresionante. Espero poder llevarlas a Asturias, a Mieres por supuesto, pero también me gustaría girar por el resto del Principado. Ahora voy a hacer un breve parón en Londres, donde me iré ocho días, y después retomamos las obras. La verdad es que estoy muy contenta con las dos, pero sobre todo con "Conversaciones con mamá", que está divinamente contada e interpretada de forma muy bonita por Jesús Cisneros y por mí, claro. Hay mucha conexión entre él y yo.

-¿A Londres va de vacaciones o por trabajo?

-Pues voy a ver a mi nieto, que está estudiando en Canterbury, pero es muy posible que también acabe trabajando. Estoy en conversaciones con Jorge de Juan para representar "Yo Leonor" en el teatro Cervantes de Londres. Es un escenario que se puso en marcha coincidiendo con los 400 años de Cervantes y Shakespeare sólo para hacer teatro español y en castellano.

-Dice que espera representar sus últimas obras en Mieres, ¿tenemos fecha?

-Pues estamos en negociaciones, pero espero que muy pronto. Además tengo el honor de ser "Embajadora de la mierensía" por la asociación "Mierenses en el Mundo", un galardón que fui a recoger hasta la villa cuando ya no recojo premios fuera de Madrid. Pero es que en Mieres tengo muchos amigos y amigas que me hacen muy feliz.

-¿Ejerce como embajadora de la mierensía?

-Por su puesto, me paso el día hablando de Mieres, no se puede ser más embajadora que yo, hasta en la televisión hablo de la villa, porque es mi segunda tierra, después de Valencia.

-¿Cuánto hace que no viene a la villa?

-Pues hace un año con "Villa Puccini", por eso tengo que volver y sería estupendo con las dos obras seguidas, porque así podría pasar unos días en Mieres, estar con los amigos y disfrutar de la ciudad. Cuando vienes por trabajo no tienes casi tiempo.

-Además de teatro, en el último año ha vuelto al cine.

-Sí, he hecho un corto precioso, "Ley de vida". A ver si se enteran de que los actores de teatro también podemos hacer cine, porque es lo mismo. Todos sabemos hacer cada género. Yo empecé haciendo cine en Roma, donde hice tres películas, pero a los directores de cine se les ha metido en la cabeza que los actores de teatro no sabemos hacer cine, ellos se lo pierden. El corto no se ha estrenado aún, creo que iban a llevarlo de festivales, y espero que me llamen para el estreno porque me lo pasé de maravilla rondando, hago de asesina.

-¿Sigue habiendo crisis en la profesión?

-Yo ya no miro los telediarios, prefiero ponerme una película. Es verdad que la retirada del IVA en los espectáculos teatrales ha sido una gloria porque nos tenían agobiados, era un disparate que ha arruinado a muchísima gente. Era el país donde más se cobraba y no podías pasarlo al precio de la taquilla, porque si no nos quedamos sin espectadores, al final lo acababa asumiendo el empresario e iba en detrimento de la profesión. De todas maneras, la profesión es dura y difícil, como todo. El teatro, como he nacido entre bastidores, puedo decir que es una rueda, siempre se habla de crisis teatral, y es porque hay mucha programación y pocas opciones.

-Habla de apoyar a la gente joven, ¿hay talento?

-Mucho, y además bien preparados. Todos con los que he coincidido en el teatro han estudiado un montón, además de ser gente maravillosa. Por la gente joven hay que apostar siempre, mi instinto más claro es el maternal, porque estoy rodeada de gente joven, tanto en la profesión como en mi familia.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Pues sobre todo quiero viajar y divertirme mucho, y como me está encantando "Conversaciones con mamá", es un gozo suficiente. Haré lo que me llamen, aunque ahora tengo la ventaja de que elijo qué hacer, no como antes que tenía que mantener a cuatro hijos. Ahora son ellos los que me tienen que cuidar a mí.

-¿Ha pensado en jubilarse?

-No lo diré, aunque me gustaría que fuese dentro de poco. Los 80 son una edad estupenda para irse, como hizo mi cuñada Amparo Rivelles, concretamente en Avilés, que le dijo al público en el escenario, sin que siquiera lo supiera el empresario, que acababan de ver su última función. Y después se fue a su casa. Es bien bonito hacerlo así, y no anunciar tu retirada y que al cabo de los años vuelvas a trabajar porque aparece algo que te apetece hacer. Llevo 61 años de profesión, desde los 15, pero me veo muy bien, con energía, y dónde la voy a soltar mejor que sobre los escenarios.

-¿Se nota el cariño del público?

-Mucho, y hace que me ilusione con todo lo que hago. Tengo un público maravilloso que noto que me quiere, en la calle y también en el escenario. Son muchos años y mucha historia, con lo que no renunciaré a ello hasta que no vea que la memoria me falla o que no me vea yo bien.

-¿Cómo consigue estar así de bien?

-Pues mira que antes la profesión era una paliza, porque teníamos que hacer dos funciones diarias y si ningún descanso, hasta que hicimos una huelga y lo conseguimos. Será el carácter, y bueno, también la meditación. Hay muchos que no saben esta faceta mía más espiritual, y es que también doy clases de meditación de forma gratuita, llevo más de dos décadas. Tengo un libro e incluso un disco de meditación con el que duermes que da gusto.

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