El leonés José Luis Fernández es el nuevo capitán de la demarcación comarcal de la Guardia Civil. Se ha puesto al frente de un equipo integrando por algo más de un centenar de profesiones, con puestos en Mieres, Pola de Lena, Ujo, Moreda y Cabañaquinta. Todo indica que durante su etapa en el cargo se construirá el nuevo cuartel de Mieres. Lleva 33 años en el cuerpo, la mayoría en la agrupación de Tráfico.
- ¿Por qué Tráfico?
-Por nada en especial. Empecé como motoristas y es una especialidad que siempre me atrajo.
- ¿Qué referencias tiene de la comarca del Caudal?
-La demarcación la conozco sobradamente a través de mi trabajo en el sector de tráfico. Esta circunstancia hace que haya tenido un contacto permanente con el territorio.
- Sabe por tanto que es un territorio deprimido, que pierde población y con mucho desempleo. Sin embargo, los niveles de delincuencia siempre ha sido bajos, ¿cómo lo interpreta?
-El índice de delincuencia es muy bueno, es cierto. En general la comandancia de Oviedo arroja datos muy positivos, pero la compañía de Mieres destaca en este aspecto.
- ¿A qué lo achaca?
-Es lógico pensar que los problemas sociales o el desempleo puedan llevar acarreadas otras problemáticas, pero lo cierto es que Mieres participa de la tónica de toda la comunidad autónoma. Se puede enmarcar la situación de Mieres en un espacio más general que incluya a toda Asturias.
- ¿Qué delitos son actualmente los más problemáticos?
-El tema más preocupante en este momentos son los delitos relacionados con violencia de género. Luego también se detecta mucha actividad en lo referente a estafas por internet.
- ¿Qué tipo de estafas?
-De todo tipo. El problema esencial surge del hecho de que mucha gente compra en páginas que no son los suficientemente fiables. Luego se encuentran con que no reciben los productos o estos no son los que ellos esperaban. También se producen cargos indebidos en tarjetas.
- ¿Están creciendo mucho están practicas delictivas?
-Pues sí, pero lógicamente no es un problema específico de Mieres, hablamos de un tipo de delitos en crecimiento pero deslocalizados de un territorio en concreto.
- ¿La gente aún no está suficientemente concienciada de los riesgos que conlleva comprar por internet?
-Se hace necesario un cambio de mentalidad. Yo también soy usuario de estas páginas, pero debemos entender que tenemos que comprar en plataformas que den fiabilidad, que faciliten las devoluciones. Si encuentras un producto en una página que te genere dudas hay que pasar. Está claro que si se necesita algo tienes que adquirirlo, pero hay que protegerse. Trabajar con páginas desconocidas conlleva un riesgo muy alto.
- ¿Les llegan muchos casos de acoso a través de redes sociales?
-Las redes sociales tiene una finalidad y en ocasiones se hace un uso indebido de ellas, con amenazas e insultos. Hay denuncias, pero no son significativas.
- ¿Se está avanzando en la lucha contra la violencia de género?
-Hay un protocolo muy determinado para la atención a las víctimas. El procedimiento cubre desde la recepción de las denuncias hasta el seguimiento que se realiza después de que se tramiten la órdenes de protección. El seguimiento y la vigilancia se adapta a las singularidades de cada caso.
- ¿Detectan menos recelos a la hora de presentar denuncias?
-Es difícil de saber. Al menos yo no me siento capacitado para darte una respuesta. Lo que es una evidencia es que cada vez se publicita más la atención y los cuerpos de seguridad avanzamos en la especialización necesaria para poder atender de la mejor manera posible a las víctimas, intentando mostrar cercanía. A pesar de ello, siempre habrá personas que tengan recelo a denunciar por diferentes causas.
- Lo que todavía no hay son muchas agentes en la demarcación de Mieres.
-Bueno, eso es una evidencia y hay que avanzar en este sentido. Seguro que con el tiempo se corregirá.
- ¿Está creciendo la presencia de bandas itinerantes de delincuentes?
-No es algo demasiado preocupante desde un punto vista estadístico. Nosotros trabajamos con dispositivos continuos de prevención con controles diarios en horario de mañana, tarde y noche. Las carreteras están muy bien vigiladas y eso genera un efecto disuasorio para estas bandas.
- ¿Tener buenas comunicaciones es un problema a la hora de dar caza a ciertas bandas organizadas?
-Está claro que no es lo mismo robar aquí que en Villablino, donde sólo hay dos carreteras, una para arriba y otra para abajo. Pero insisto en que los controles son extremadamente disuasorios. Por otra parte, al tráfico de droga se le sigue prestando mucha atención, con operaciones abiertas casi de continuo. Se trata sin duda de una de las actividades prioritarias de los equipos de investigación
- La Guardia Civil tiene una demarcación muy amplia territorialmente en la comarca, supongo que eso es un problema a la hora de prestar servicio.
-Contamos con muy buenos profesionales, aunque está claro que son los que son. Tratamos de optimizar los recursos humanos para presentar los mejores servicios a través de una adecuada planificación.
- ¿Hay buena relación con el resto de cuerpos de seguridad?
-Acabo de llegar, pero percibo una relación muy cordial y desde luego que resulta fundamental trabajar en equipo. Todos trabajamos al servicio del ciudadano. Por encima de todo está el garantizar la seguridad.
- ¿Qué sabe del inicio de las obras del nuevo cuartel?
-La información que tengo no es mucha. Sabemos que están dando pasos de cara al inicio de los trabajos, pero es algo que no depende de nosotros. No está en nuestras manos darle agilidad.
- ¿Hasta que punto es necesario el equipamiento?
-Es importante por dos cuestiones principalmente. Por un lado hay que decir que disponer de unas dependencias adecuadas mejora la atención al ciudadano. También es cierto que unas instalaciones en buen estado favorecen la integración de la Guardia Civil en la sociedad. Cuantos más efectivos residan en el lugar de trabajo, mejor, ya que facilita conocer a la población y estrechar las relaciones. Eso es importante.
- ¿Percibe que el conflicto catalán ha mejorado la imagen de la Guardia Civil?
-Es cierto que tanto nosotros como la Policía Nacional hemos recibido mucho apoyo y respaldo en la calle. La gente ha entendidos que los agentes desplazados han cumplido un mandato constitucional. Se trata simplemente de hacer cumplir las leyes.
- En otros sitios y en otros conflictos no se ha entendido así.
-(Risas) Bueno, hay que asumir lo bueno y lo malo. Todos hemos recibido algún insulto alguna vez. Yo siempre digo lo mismo: La Guardia Civil, nosotros, somos del pueblo, de la calle. Hemos estudiado en los mismos colegios e institutos que las personas que tenemos que proteger. Somos unos más.
