Los juzgados de Pola de Lena acogieron ayer la primera de las movilizaciones de la Plataforma de Afectados por el Estafador de Asturias, como se denomina en las redes sociales el colectivo que reúne a las personas que han denunciado ser víctimas de algún timo por parte de A. G. M. Este lenense ha sido condenado por la estafa del "caso Shamira", cuando se hizo pasar por la madre de una niña enferma para recaudar dinero a través de las redes sociales. También está siendo investigado por otros presuntos timos. La petición de los afectados es sencilla: "Queremos que la ley caiga con todo su peso sobre él".

A. G. M. tendría que haber acudido a declarar ayer por haber rayado presuntamente el coche de Aida Cachero, que fue una de las primeras afectadas por el "Caso Shamira". El hombre no se presentó -tendrá que hacerlo en los próximos días-, pero de momento la joven ya ha solicitado una orden de alejamiento de cincuenta metros. Cachero forma parte de plataforma. Ayer portaba unas copias impresas de su perfil de "Facebook" donde A. G. M. la amenazaba. "No me cuesta trabajo quemarte el bar" o "Te quemo viva" eran algunas de las frases que le dedicó el hombre. Lejos de amedrentarse, la joven se mostró ayer fuerte, sobre todo por el apoyo que recibe del resto de la plataforma de afectados.

"Estamos un poco decepcionados porque no ha venido al final a declarar, pero ya habrá más ocasiones", aseguraban ayer los afectados. Y será pronto, ya que A. G. M. tendrá una nueva cita judicial el próximo día 12, aunque en los juzgados de Langreo. Se trata de uno de los últimos casos por los que se le ha denunciado, en concreto, por engañar a varios inmigrantes a los que les pedía dinero para regularizar su situación. Uno de los afectados, de nacionalidad senegalesa, declaró en la comisaría que le entregó 400 euros que había ganado "tras pasar muchos días" con la venta ambulante.

Esta última investigación se suma a otras muchas que están abiertas y cuyas demandas son de lo más variopinto. Así, una mujer, Verónica Fontán, denunció que A. G. M. le pidió ayuda para vender un talón de lotería para la investigación del cáncer. Los boletos resultaron ser falsos. En otra ocasión, A. G. M., siempre según las denuncias interpuestas, alquiló un bar en La Felguera que desmanteló con la venta de electrodomésticos y muebles a través de internet. A otra pareja les sugirió arreglar juntos un coche para competir en rallies, pero no llegó a colaborar con la reparación. Según la denuncia, se quedó con parte de la recaudación de los patrocinadores. También organizó una carrera y, presuntamente, recaudó fondos para una competición que no se celebró. Al cantante Monchi del Valle, tras anunciarse como diseñador, le cobró 700 euros por unos "flyers" que nunca le entregó.

A pesar de las demandas, la única por la que hasta ahora ha sido condenado A. G. M. es la del "caso Shamira", una estafa con la que engañó a varias personas asegurando que recaudaba dinero para una niña enferma de Mieres a través de "Facebook". Fue Aida Cachero la que ayudó a desenmascarar al hombre.

Ella se sumó a la campaña de recogida de donativos y estuvo hablando con la supuesta madre de Shamira a través de la red social, aunque se dio cuenta de que todo era un engaño cuando habló por teléfono con la madre real de la niña. Tras el juicio, fue condenado a devolver el dinero que había recaudado.