El desarrollo del parque tecnológico de Figaredo depende únicamente de que el proyecto encuentre el viento político que necesita para coger impulso. Dicho de otra manera, no existe impedimento técnico que entorpezca la ocupación de los terrenos que en su momento ocupó el pozo minero cuyo suelo aspira desde hace años a convertirse en un moderno polígono industrial. La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha informado al Ayuntamiento de Mieres de que los problemas relacionados con la condición de zona inundable que en su momento se esgrimieron como obstáculo para la ejecución de la iniciativa en ningún caso representan un impedimento insalvable para la puesta en marcha de la actuación.
El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, ha intensificado en los últimos meses los contactos con el Principado para intentar desbloquear el desarrollo del centro tecnológico de Figaredo. Este proyecto acumula un enorme retraso debido, principalmente, según afirmó el Gobierno regional en su momento, debido a las trabas planteadas por CHC debido a la influencia del cauce del río Turón, que transcurre anexo a los terrenos de la vieja explotación minera. La zona inundable, complicó la gestación del proyecto, requiriendo un arduo proceso de negociación que nunca se resolvió debido a que luego llegó la crisis y la actuación quedó aparcada. Ahora, el gobierno local ha pedido a la Confederación una valoración de la viabilidad del proyecto. La contestación es que técnicamente no se ven obstáculo para la gestación del proyecto. Fuentes municipales explicaron que el único requisito que se ha puesto sobre la mesa es la construcción de una escollera.
La construcción de un centro tecnológico vinculado al campus de Mieres en las instalaciones del antiguo pozo Figaredo conllevaba inicialmente una inversión superior a los siete millones de euros. Inicialmente el proyecto estaba destinado a ponerse en marcha en Ablaña, pero toda la planificación dio un giro inesperado. Fue el ex presidente del Principado, el socialista Vicente Álvarez Areces, quien en plena campaña electoral para las elecciones autonómica de 2007 anunció que el complejo se construirá en los terrenos de las antiguas instalaciones mineras de Figaredo, clausuradas por Hunosa en 2006. Años más tarde, CHC remitió a Hunosa, propietaria de los terrenos, un informe sobre inundabilidad que descarta este tipo de actuación en el viejo pozo.
Una década después, y cuando el proyecto parecía más aparcado que nunca, el parque Tecnológico de Figaredo ha resurgido de sus cenizas y vuelve a estar de plena actualidad ya que es una de las iniciativas elegidas para ser sufragada con los fondos mineros del plan 2013-2018.
