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Halcones de Mieres para vigilar el cielo

Jesús Aurelio Rubio pone en marcha en el pueblo de La Cantera un criadero de aves rapaces para cetrería y para ser usadas en aeropuertos

Jesús Aurelio Rubio, con un halcón gerifalte en su criadero de Mieres. FERNANDO GEIJO

Elevar su pasión por la cetrería a un nivel mayor. Ese era el objetivo que se marcó el mierense, Jesús Aurelio Rubio cuando se decidió a montar un criadero de halcones en la zona de La Cantera. Una iniciativa casi pionera en el Principado ya que, como asegura, "debemos ser una veintena de aficionados en Asturias y de momento creo que sólo hay un criadero".

Pero, ¿cómo empezó todo? "Siempre he tenido afición por los pájaros, desde pequeño, pero se hacía complicado encontrar información sobre la cetrería", destacó. Pero hubo un libro que le ayudó mucho, así como a otros aficionados, "El arte de la cetrería", de Félix Rodríguez de la Fuente. "Gracias a este libro, la cetrería comenzó a popularizarse en España y ya se vio mucho más sobre estos animales", destacó. Empezó con varios pájaros, pero fue a más. "Al principio era una afición más, pero cada vez iba teniendo más y me picó el gusanillo de probar la cría, y así nació el criadero", explica. Aún siendo una afición, la posesión de estos pájaros está regulada y precisan de su propia documentación. Al igual que para el criadero, "si tienes una pareja que cría y los quieres vender, tienes que ponerte al día con la tramitación legal, y no merece la pena para una pareja. Ahí tienes que decidirte a poner un criadero, como hice yo".

Los halcones son utilizados para la caza, pero también tienen otras utilidades, como ocurre en los aeropuertos, en los que se usan para ahuyentar a otros pájaros y evitar accidentes con los aviones. Algo que pasa desapercibido, pero que tiene mucho sentido. De ahí que el proyecto de Rubio tenga buenas perspectivas de futuro. Y aunque asegura que no hay demasiada afición en Asturias, eso no supone ningún problema.

El criadero se ubica en la zona de La Cantera. Allí Rubio tiene a sus pájaros, una veintena entre halcones y azores, en sus respectivos boxes separados, quienes están controlados las 24 horas del día por un sistema de webcams que maneja desde un centro de control, pero a las que también puede acceder desde cualquier ordenador, móvil o tableta que esté conectado a internet. Aún así, no basta con vigilarlos. "La verdad que dan trabajo, porque necesitan de muchos cuidados", señala. Los pájaros dan de una a cuatro crías al año y, en el caso de los halcones, tienen una media de vida de 18 a 20 años.

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