El "snowfarming" o cultivo de nieve es una técnica que arrancó hace casi tres décadas y que estaba pilotada por el finlandés Mikko Martikainen, que puso en marcha en la estación de Ruka. Las primeras experiencias se llevaron a cabo cubriendo con paja la nieve, que siempre ha de acumularse en zonas altas para después extenderla hacia abajo -hacerlo al revés sería casi imposible.
Esta técnica tiene algunos problemas. Y es que pese a su bajo coste, la paja se humedece y se forma lo que en Asturias conocemos como cucho. Luego, a la hora de reutilizar el blanco elemento, antes hay que retirar ese abono que se ha formado por la humedad de la paja, y la técnica es más laboriosa.
En algunos equipamientos también se utiliza otra modalidad, que es la de cubrir la nieve con serrín. Esta fórmula permite eliminar el problema de la formación de cucho y el agua que va chupando el serrín hace que la nieve se endurezca. Sin embargo, el problema que existe es que el material es más costoso.
En los últimos tiempos, ha surgido una tercera fórmula para llevar a cabo el cultivo de nieve que de momento ha resultado ser la idónea. Se trata de cubrir el material con mantas térmicas, similares a las que los servicios de emergencias usan en los accidentes para resguardar a las víctimas. "Estas mantas aíslan totalmente del calor a la nieve, y además reflejan la luz del sol,", señalan los expertos.
Sea como fuere, la orografía en las estaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno no permite en primera instancia poder desarrollar estas técnicas. Sin embargo, las puertas nunca están cerradas para los avances.
