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Oñón, limpio pero descuidado

Los usuarios del principal polideportivo de Mieres regresan al equipamiento molestos con el cierre y el estado precario de la instalación

Harpreet Shych, durante su entrenamiento. J. R. SILVEIRA

Los tres polideportivos gestionados por el Patronato de Deportes de Mieres reabrieron ayer sus instalaciones tras varios días sin actividad por falta de limpieza. Los usuarios regresaron a sus rutinas bastante molestos con lo sucedido. En Oñón, las fatigas mañaneras estuvieron acompañadas de reproches: "Si no somos capaces de dar solución a un contrato que expiró hace un año, cómo queremos que nos den un grado de Deporte", "la desidia viene de lejos", "al final tenemos la impresión de que lo que buscan es echar a la gente de las instalaciones para tener una excusa y cerrarlas". Estas fueron algunas de las quejas que ayer se escucharon en las instalaciones.

El Ayuntamiento, como había anunciado, reabrió ayer los polideportivos de Vega de Arriba, Turón y Oñón. Lo hizo tras asumir con personal municipal la limpieza de las instalaciones, ya que las labores quedaron interrumpidas el pasado 30 de abril tres cesar la empresa concesionaria, que había comunicado su decisión hacía más de un mes. En Oñón, la actividad durante la mañana se centró principalmente en el gimnasio. El sentir general era de disgusto y por doble motivo. Por un lado se percibía cierto enojo por los días sin oferta y, por otro, cabreo con la gestión genérica de la instalación.

"Este polideportivo es posiblemente la única instalación municipal que da beneficios, pero el Ayuntamiento lleva tiempo empeñado en cerrarlo", lamentó José Manuel Lamelas, jubilado de 75 años y habitual de Oñón: "Las instalaciones tienen potencial, hay buen ambiente y el personal es amable, pero no hay mantenimiento y se está dejando morir. Lo de la limpieza es un ejemplo que ilustra bien la desidia municipal y es una pena", señaló Lamelas.

El equipamiento de Oñón ha sido durante el último medio siglo el principal referente deportivo de Mieres. Hace meses el Ayuntamiento estudió cerrarlo para asumir la gestión de las instalaciones deportivas del campus. El proyecto quedó finalmente aparcado al no alcanzarse un acuerdo con la Universidad de Oviedo. El problema surgido con el servicio de limpieza ha terminado de cabrear a los usuarios: "Parece como si nosotros no pagáramos las cuotas como hacen los socios de otras instalaciones. Están empeñados en cerrar el poli sin consultarnos", apunta Cristina Álvarez. Esta joven de Rioturbio está molesta con los días perdidos por el cierre de las instalaciones: "Era algo que se podía haber previsto. Todos tenemos unas rutinas, en algunas casos, como yo, por motivos de salud. Además, habrá que preguntar si nos van a devolver el dinero correspondiente a estos días sin servicio". Harpreet Shyah también acude frecuentemente al gimnasio de Oñón. Natural de la India, se mantiene en forma en una instalación con carencias, pero en la que se encuentra cómodo: "Es bastante económico. Pagamos 27 euros el trimestre. Estos días me desplacé al campus, pero me pedían seis euros por sesión, así que me fui a correr". Roberto López pide más atención para el poli: "Es una instalación con gran potencial que no se atiende debidamente".

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