Las decisiones en materia de Seguridad Vial que toman las diferentes actuaciones siempre están bajo la lupa de los ciudadanos, y suelen levantar mucha polémica. Pero si hay un dispositivo que en Mieres se considera que se ha instalado con afán recaudatorio es el foto-rojo, que imparte temor entre los conductores. Tanto es así, que incluso con los semáforos apagados por una avería, los conductores dudan si pasar el semáforo por si les cae una inesperada multa.

Sucedió este fin de semana, cuando en el cruce entre las calles Manuel Llaneza y Teodoro Cuesta, uno de los que más tráfico soporta del casco urbano, los semáforos se quedaron a oscuras. Precisamente en el semáforo de la calle Manuel Llaneza es en el que está instalado desde hace unas semanas el foto-rojo, lo que hacía a los conductores temerse lo peor, ya el apagón semafórico generaba la duda de si el dispositivo funcionaría cuando el ciclo fuese en rojo. Esa circunstancia provocó que muchos conductores no se atreviesen a sobrepasar la línea de detención y llegar al "Stop" que hay en el cruce, que tiene señalización vertical y horizontal para regular el tráfico cuando se dan este tipo de averías. Solamente los cláxons de los conductores que estaban en la cola provocaba que esos coches pasasen el semáforo.

La avería no podrá ser reparada hasta hoy, ya que al ser el cruce en el que está instalado el dispositivo del foto-rojo y al darse la avería el sábado, había que esperar hasta el día de hoy para que los técnicos llegaran a reparar la avería. Ayer por la mañana, un día especialmente cargado de tráfico debido a que parte de la zona central de Mieres está cortada por la celebración del mercado dominical, todavía muchos conductores tenían miedo a rebasar el semáforo apagado.

El Ayuntamiento de Mieres ya ha cambiado varias veces de ubicación este sistema, ideado para mejorar la seguridad en los cruces peligrosos del casco urbano. Su primer destino fue el cruce entre las calles Ramón Pérez de Ayala y Avenida de Méjico. Posteriormente se trasladó al cruce entre Teodoro Cuesta y la carretera hacia el tanatorio. Y antes de la ubicación actual, reguló el cruce Numa Guilhou y Manuel Llaneza.