El Club Deportivo Riosa es uno de tantos equipos de la regional asturiana que ve cómo sus categorías inferiores languidecen. La razón no es económica, a pesar de los tiempos de crisis que siguen acechando, sino demográfica. Los riosanos ven como la falta de niños en el pueblo impiden sacar adelante equipos de la base como antaño.

El Riosa, fundado en la temporada 1977/78 llegó a contar hasta hace quince años con equipos en todas las categorías inferiores del fútbol asturiano. Desde entonces, la situación del concejo, que pierde población, hace que pensar en ello sea ahora una quimera.

Esta temporada, al igual que en la anterior, solamente han podido sacar un equipo en Tercera Infantil. "Estuvimos a punto de no salir, cada vez está más complicado", relata el presidente de la entidad, Antonio Villarejo.

El máximo mandatario del club recuerda cómo la cadena de las categorías inferiores se fue rompiendo con el paso de los años. "Cuando un eslabón se trunca, las categorías inferiores se desmoronan, no hay forma de que exista continuidad", afirma Villarejo.

Ahora son dieciséis los chavales que integran el infantil. El objetivo es el de formar un grupo de chavales que dediquen su tiempo al deporte. Para el presidente, no hay metas clasificatorias, "como pueden existir en otros clubes", sino que "buscamos que aprendan y se lo pasen bien".

Una de las personas que más mérito tiene dentro del club es el entrenador del infantil, Vicente Carracedo. A sus 60 años lo ha sido prácticamente todo dentro del fútbol. Para el presidente del club, Vicente, al que apodan "Máquina", desprende "la misma ilusión que los críos". Desde hace nueve temporadas es directivo del club y desde hace cinco ha entrenado a las categorías inferiores. Comenzó en el alevín y con el paso de los años, y el crecimiento de los niños, ha dado el salto al infantil.

"La cosa está complicada a día de hoy, si no llega a ser por los niños que vinieron desde fuera, no podríamos sacar equipo a competir, incluso habíamos hablado con la Federación para decirles que nos retirábamos". Para esta temporada, dos de los niños vienen de Rioturbio y otro de La Foz. El año pasado, el equipo llegó a contar con varias niñas en sus filas.

El año que viene existe la posibilidad de que los jugadores den el salto todos juntos al equipo cadete.

Para esta campaña el objetivo no es otros que la diversión. Sin embargo, hasta el momento, el Riosa marcha segundo clasificado del Grupo 6, con dos victorias y una derrota, la cual se produjo el pasado fin de semana ante el Alcázar B.

La situación en el Riosa ha cambiado. Si hace unas temporadas, el campo no presentaba las situaciones más adecuadas para la práctica del fútbol, tras la remodelación de El Llerón -con césped artificial y focos de iluminación- el problema es la falta de jugadores. "Es algo irónico", admite el presidente, mientras que para Vicente Carracedo "llega a dar un poco de pena".

La ilusión de su entrenador es que sus jugadores puedan tener continuidad dentro del club hasta verlos debutar con el primer equipo. "Hay cuatro o cinco chavales que pueden llegar", asegura. Para ello, a medida que los jugadores vayan creciendo, el club deberá ir amoldando su estructura de fútbol base. "Me sentiría muy orgulloso al ver debutar a un jugador de las categorías inferiores con el equipo regional", declara Vicente.

Con Vicente Carracedo al mando, Noé, David, Mané, Julián, Miguel, Ángel, Toni, Daniel, Gabi, Sergio, Berto, Ismael, Eric, Ismi, Hanza y Nacho se erigen como los supervivientes del Riosa. La última hornada de jugadores de la base de El Llerón que espera seguir pasándoselo bien mientras juegan al fútbol.