Gijón, Pablo GONZÁLEZ

Raúl Cámara protagonizó ayer el primer susto del año. El lateral rojiblanco tuvo que abandonar el entrenamiento matinal tras sufrir un encontronazo fortuito con Noel Alonso, momento en el que recibió un golpe en la rodilla izquierda. Las pruebas realizadas por los servicios médicos del club descartan cualquier lesión, por lo que Raúl Cámara podrá ser convocado para viajar a Murcia. «Tal y como está el equipo y con la competencia que hay es complicado caerse. Das ventaja al compañero con el que te estás jugando el puesto», comentaba el futbolista que se ejercitó a menor ritmo por la tarde.

El madrileño espera que Preciado se vuelva a acordar de él para el partido del domingo ante el Ciudad de Murcia. Un encuentro en el que el Sporting tiene puestas muchas esperanzas ante uno de los mejores equipos de la categoría en su campo. «Si ellos son los mejores como locales, nosotros somos el mejor equipo a domicilio. El Ciudad saldrá a jugar al ataque, lo que a nosotros nos viene muy bien porque sabemos aprovechar los espacios. A ver si les podemos fastidiar los Reyes», apuntó.

Para Cámara confía en disfrutar de más oportunidades en lo que resta de Liga. «Hasta ahora ha sido una temporada un poco dura porque hasta el momento no he tenido las oportunidades que tuve el año pasado. Pero soy joven y ésta es mi segunda temporada. Sigo creciendo como jugador y mejorando día a día», reconocía. En su contra, respecto a la pasada temporada, juega el no tener opciones en la izquierda. «Ahí tengo pocas posibilidades porque están Juanmi, Canella y Noel. Mi sitio natural es la derecha, donde me siento más cómodo, y es donde debo de tratar de ganarme el puesto», apuntó. Pero al rojiblanco le queda su gran partido en El Helmántico, en la que fue su última participación. «el partido de Salamanca me sirvió para despedir el año con buen sabor de boca. La verdad es que estaba un poco fastidiado porque la última vez que jugué fue en Almería y las cosas no salieron bien», rememoró. Días después, ante Las Palmas, se quedó fuera. «No fue ninguna decepción. Jugué en Salamanca cuando Sastre estaba jugando a buen nivel. Incluso pudo haber sido un poco injusto que se sacara a Sastre del once. Pero sabemos que aquí nadie tiene asegurada la titularidad», sentenció. Las rotaciones de Preciado son su esperanza.