Madrid / Oviedo

Ni siquiera la rotura de motor en Barcelona frena el optimismo de Fernando Alonso. Para Turquía se espera de nuevo un R28 competitivo, líder del pelotón de perseguidores, a la espera de fallos entre los grandes. El mismo papel que desempeñó en el Gran Premio de España, fuera por primera vez de la mediocridad en que vivió durante las tres pruebas iniciales del campeonato. El ambiente en Renault es ahora favorable, después de haber sufrido por el pobre rendimiento antes de que las carreras llegasen a Europa. «Éste es sólo el primer paso. Vamos a tener un enfoque agresivo para las próximas carreras, en las que llegarán nuevos desarrollos». Es la declaración de intenciones del piloto asturiano, ambicioso en sus palabras, que ayer distribuyó su equipo. «No será fácil pero estoy seguro de que a partir de ahora vamos a poder tener algunas carreras emocionantes».

Ni siquiera la rotura de motor que sacó al ovetense de la carrera de Montmeló preocupa en la escudería. Tras los pertinentes estudios, el equipo parece dejarlo en la categoría de anécdota, a tenor del perfil positivo que se respira en el entorno de Renault.

«Nuestro objetivo es seguir mejorando, indudablemente perdimos en Barcelona una oportunidad importante de sumar puntos, que hubieran venido muy bien para la moral del equipo. Los dos coches se retiraron pero demostramos tener un buen rendimiento todo el fin de semana. Era mi carrera en casa y creo que el quinto puesto era fácil de alcanzar», explicó Alonso sobre la última carrera disputada. La preocupación del español es confirmar el próximo fin de semana en Estambul que el buen rendimiento hasta la rotura de Barcelona no es flor de un día. «Estaba claro desde el principio del fin de semana que habíamos hecho progresos en Montmeló», dice.

Symonds, animado

Hasta el jefe de ingeniería del equipo, Pat Symonds, deja que la euforia y las buenas sensaciones se apoderen de sus comentarios, además de anunciar mejoras para el fin de semana. «Las mejoras aerodinámicas dan resultado en casi todos los circuitos. Pero todavía hay mucho por hacer. Por ejemplo, este fin de semana llegaremos a tiempo para incorporar nuevas mejoras aerodinámicas».

Incluso la actitud de Alonso después de correr en Montmeló despierta optimismo en el técnico británico. «Fernando estaba bastante animado, una buena actitud a pesar de la terrible decepción que supone no poder cumplir con las expectativas generadas, pero quizá sea mejor eso que el no tener ninguna expectativa». Hasta se atreve a asegurar que ahora el equipo tiene «un 1 por ciento de escudería líder, una gran mejora respecto al inicio».

Alonso, por su parte, elogia la labor del grupo humano que desempeña su labor en la fábrica de Enstone. «Todo ha sido gracias a los esfuerzos del equipo, que ha trabajado muy duro en las últimas semanas para conseguir acercarnos al ritmo de los primeros.

Ante la inminente carrera en Estambul, el asturiano reconoce su gusto por un trazado donde todavía no ha conseguido ganar. «Me recuerda a otros como el de Spa, por ejemplo. La pista es muy ancha y ofrece buenas oportunidades para adelantar. También hay algunos rincones especiales. En algunas curvas no se ve la salida y eso hace de Estambul un circuito muy peculiar. En la curva 8, a izquierdas muy grande, con tres vértices, se experimenta una fuerza de la gravedad de 4G. Es un circuito muy divertido y espero que obtengamos un buen resultado».

El mayor reto para los equipos serán las diferentes condiciones del circuito, por su traslado en el calendario, desde el habitual mes de agosto en las tres ediciones anteriores. «Serán probablemente diferentes, sobre todo en cuanto a temperatura, pero sería igual para todos. La sesión del viernes gana en importancia para conseguir una buena puesta a punto».