Estambul (Turquía), Á. F.

Es lo que tienen campeonatos como la GP2. La organización suministra a cada piloto un motor y no se sustituye hasta que rompe. La teoría dice que son propulsores idénticos, pero no siempre es así. Los pequeños matices pueden costar carreras, y eso le pasó ayer al asturiano Javi Villa. En un circuito donde es muy difícil adelantar, al de Colunga le pasaban con extrema facilidad. Su motor no es bueno, gasta mucho aceite y no consigue un ritmo de carrera aceptable. El equipo trabajó sobre el propulsor en Barcelona y logró camuflar las carencias, pero ayer en Turquía no fue posible.

Así que a Villa no le sirvió de mucho salir desde la segunda posición de la parrilla. Terminó el sprint dominical de la GP2 decimoquinto, penúltimo de entre los que acabaron la carrera, y se queda con los tres puntos que tenía después de la prueba larga del sábado. Para colmo, Roldán Rodríguez le tocó cuando rodaba octavo y provocó un trompo que acabó con las pocas aspiraciones que le quedaban al asturiano. Antes, no había sido capaz de mantener un buen ritmo de carrera y había ido cediendo posiciones poco a poco hasta caer a la octava plaza.

El francés Grosjean le arrebató en las últimas vueltas la victoria al ruso Petrov, que corre para el Barwa Campos Racing, el equipo de Adrián Campos y Alejandro Agag. El suizo Buemi completó el podio por delante de Giorgio Pantano, compañero de Villa en Racing Engineering, que completó una buena carrera desde la octava plaza de la parrilla y consolida su posición al frente del campeonato.

Desde la primera línea de la parrilla, Villa, lastrado por un motor con deficiencias, fue incapaz de contener el ansia de los pilotos que le precedían. En la primera curva perdió un par de puestos, pero logró rehacerse para ceder sólo ante Buemi. Un espectacular accidente dejó fuera de carrera a seis coches de golpe, incluido el poleman Carrol. Entró el coche de seguridad y cuando dejó la pista el asturiano perdió dos puestos más. Grosjean estuvo más atento que el asturiano para ganarle la posición y después fue Pantano quien se anticipó a su compañero. Javi Villa no terminaba de encontrar el ritmo adecuado y veía cómo la carrera se le escapaba de entre las manos. Y máxime cuando hizo un trompo tras sufrir un encontronazo con Roldán Rodríguez. Cuando quiso reintegrarse a la pista ya era el último clasificado, antes de la aparición de otro coche de seguridad ante la esperpéntica irrupción de dos perros en la pista, uno de ellos atropellado por Bruno Senna.

Villa llegó a recuperar un par de posiciones por la cola, pero finalmente se plegó a la evidencia y únicamente aventajó al serbio Pavlovic, además de los nueve coches que no fueron capaces de acabar la carrera.

Esta vez, el asturiano no pudo ser el primer español en la pista. Roldán Rodríguez, sin completar una buena actuación, fue decimotercero, mientras que Soucek y Vallés se vieron obligados a abandonar.