Gijón, Víctor RIVERA

El Sporting cerró en la mañana de ayer su primer fichaje para la próxima temporada. En torno a las tres de la tarde, fuentes del Apollon de Limassol, actual club de Gastón Maximiliano Sangoy, confirmaban a este periódico que el acuerdo era total. El club gijonés lo hizo oficial en su página web durante la tarde. El traspaso se ha tasado en algo menos de un millón de euros, en torno a 800.000 en función del cambio de moneda, y el Sporting lo afrontará en cuatro pagos, el primero de ellos al final de esta misma temporada, cuando el futbolista argentino se someta al reconocimiento médico y sea ya jugador rojiblanco de pleno derecho.

El director general del Sporting, Alfredo García Amado; el director deportivo, Emilio de Dios, y el representante de la empresa Bahía, Pepe Mesas, lograron cerrar ayer un acuerdo que se daba por hecho, pero que no fue sencillo. Gastón Sangoy es probablemente el futbolista más importante que ha tenido nunca el Apollon de Limassol y esta operación es la más cuantiosa de su historia. Tampoco nunca habían vendido un jugador al fútbol español. Con todo, los chipriotas no estaban dispuestos a regalar a su capitán y a su jugador franquicia. El presidente y propietario del conjunto de Limassol, Frixos Savvides, y el representante, Alexis Georgeades, fueron quienes negociaron con los emisarios rojiblancos.

El acuerdo que une al futbolista con el Sporting para las cuatro próximas temporadas estaba cerrado desde hace días y rubricado con el agente de Sangoy, el argentino Hernán Quintela. El deseo del futbolista de dar un salto de calidad a su carrera y de recalar en la que considera la mejor Liga del mundo resultó determinante para acelerar la negociación. De hecho, el propio Sangoy presionó a su actual club y a su presidente hasta arrancarle la promesa de que no iba a poner trabas a su marcha al Sporting de Gijón. «El futbolista quería irse a la Liga española de Primera División porque quería una oportunidad de mejorar su futuro», explicaron las mismas fuentes del conjunto chipriota antes de reiterar que «todo está de acuerdo y todo está firmado, el acuerdo es total». Sangoy tiene previsto viajar a España una vez que concluya la competición en Chipre, para lo que quedan cinco jornadas. Entonces será cuando sea sometido al reconocimiento médico y cuando se produzca su presentación oficial como jugador del Sporting.

Desde el principio, la voluntad de todas las partes fue la de entenderse. El Sporting tenía claro que no podía salirse un ápice de la partida económica que tenía prevista para cerrar esta operación y por eso fue necesario mantener una postura de fuerza ante los intentos del Apollon de obtener el máximo beneficio posible.

Sangoy se convierte así en el primer fichaje de una temporada en la que el Sporting tiene previsto dar un salto de calidad. La idea de la secretaría técnica es la de que la plantilla sufra una importante remodelación, prescindiendo de los futbolistas que menos minutos han disfrutado esta temporada y buscando refuerzos de un nivel similar a los que llegaron en la pasada temporada. Tras el fichaje de Sangoy, los principales objetivos pasan por retener en el equipo a Botía, cedido por el Barcelona, y a De las Cuevas. El caso del central se complica a medida que mejora su rendimiento sobre el césped y ya ha llamado la atención de varios equipos con aspiraciones europeas. El mediapunta permanecerá en el Sporting siempre que el Atlético de Madrid no ejerza su opción de recompra. También parece probable que el Sporting escuche ofertas por Canella y por Diego Castro, siempre que el gallego no acepte la oferta de renovación. Además es previsible la salida de Bilic hacia la Premier League y queda la duda de Barral.

El Sporting aún debe fichar, por lo tanto, un delantero más, uno o dos centrocampistas, uno o dos centrales -en función de lo que pase con Botía-, un lateral y un hombre de banda. La planificación inicial puede sufrir alguna modificación en función de las salidas que finalmente se confirmen.