Acudir a un sorteo como el que se celebró ayer en Las Rozas (Madrid) para determinar los emparejamientos de ascenso a Segunda B y a Segunda División es como ir a un mercado. A saber: 88 equipos citados en una sala (de nombre Luis Aragonés) con no mucha más capacidad. Presidentes encorbatados, representantes, y secretarios de los equipo mezclados con periodistas de todos los destinos posibles. Un lugar idóneo para escuchar extraños nombres de equipos en los que nunca habías reparado.

Una peculiar mezcla de acentos y de costumbres. Unos gritando y otros pidiendo silencio, los de aquí dando palmas satisfechos y los de allá apurando al fotógrafo que se quieren ir. Voces en todas las direcciones reclamando a un dirigente que no aparece, disgustos por una fecha, por una hora, cruce de llamadas telefónicas... Un hervidero, en fin, de pronósticos propio de agosto, con todas las personas avanzando en todas las direcciones posibles.

De esta guisa salió ayer el antepenúltimo obstáculo del Oviedo para alcanzar la ansiada Segunda División: el Pontevedra. Acomodados al fondo de la sala, la comitiva azul, compuesta por el máximo accionista, Alberto González; el presidente Dámaso Bances; la portavoz del consejo, Paula Calleja; el consejero Ataúlfo Valdés; el jefe de prensa David Alonso, escuchó el nombre del equipo gallego con suma rapidez. La del Oviedo fue la sexta bola de la tarde en salir, esta vez en manos del presidente del Polideportivo Ejido, Gabriel Hidalgo.

Eran las 16.41 de la tarde y la incertidumbre se esfumaba en el tercer emparejamiento de la jornada. Pontevedra-Real Oviedo. Murmullo en la sala. Turno para los «sms» y las llamadas. Había prisa por informar al oviedismo del primero de los tres (hipotéticos) destinos que componen el camino hacia la categoría de plata. Pontevedra, Galicia, tierra de Albariño y pulpo, el desplazamiento más cercano (391 kilómetros) de cuantas opciones había (Ejido y Alcoyano). Suerte para la hinchada azul, que no tendrá que cruzarse España para acompañar a su equipo. En caso de que los azules superen la eliminatoria, el próximo rival se sabrá en el sorteo previsto para el próximo lunes 24 de mayo en Las Rozas.

Conocido el nombre del rival, era el momento de tirar de memoria (o de chuleta) para profundizar en él. O eso, o ir a la caza de su representación en la sala. Bances y compañía la tenían sólo unas filas delante.

El Pontevedra es el cuarto equipo del grupo I de la categoría, clasificado in extremis el domingo tras vencer por la mínima a un rival directo: el histórico Alavés. Partido, valga como dato, para el que se desplazaron quince autobuses con aficionados del equipo pontevedrés, según apuntó su presidente, el constructor y promotor inmobiliario asturiano (nació en La Franca) Nino Mirón. Los granates (así es el color predominante de su equipación) están entrenados por el mítico ex defensa de Primera Pablo Alfaro y tienen en sus filas a tres futbolistas asturianos, todos nacidos en Gijón: Noel Alonso, Alejandro Vázquez y Gerardo Carrera. El plantel gallego ha pasado la mayor parte de sus 69 años de vida entre Segunda B (26 temporadas) y Tercera (22) aunque suma seis años en Primera División (la última campaña en 1970) y nueve en Segunda (dos veces campeón).

Por sus filas pasaron recientemente tres futbolistas de la plantilla actual del Oviedo: Manu Busto, Jorge Rodríguez y Xavi Moré. El último precedente de enfrentamiento entre ambos equipos fue hace dos temporadas en la Copa del Rey, eliminatoria a partido único, en la que el Oviedo se impuso por 2-0 en el Carlos Tartiere.