Unicaja de Málaga se adjudicó la primera victoria de la serie contra el Power Electronics en Valencia por 82-83, gracias a una canasta de Dowdell sobre la bocina en una jugada a falta de tres segundos para acabar el encuentro.

El choque estuvo muy igualado, tanto que se decidió en la última jugada del encuentro en la que los locales no supieron defender una acción en la que su rival sólo tenía tres segundos. Unicaja no la desaprovechó gracias a la velocidad de Dowdell que anotó con una bandeja.

Unicaja salió con mucha más concentración a la cancha que un Power Electronics al que el costó cuatro minutos meterse en el partido. Durante ese tiempo a los malagueños les dio tiempo a firmar un 0-6 a su favor, mientras que los locales sólo habían anotado desde el tiro libre.

El Power ajustó la defensa lo que le permitió tener un juego de ataque más cómodo. El primer cuarto estuvo marcado por una gran igualdad y, sobre todo, una por gran intensidad defensiva por ambos lados. El conjunto costasoleño dio un pequeño tirón para colocarse 19-27 (min. 14) al aprovecharse de ciertos desajustes defensivos del Power. Cada error se pagó caro.

Sin embargo, los de Spahija apretaron los dientes para mantenerse en el partido. Las canastas llegaron más por guerras particulares que por el juego de equipo y ahí salieron beneficiados los naranjas que volvieron a comandar el marcador. Al filo del descanso Unicaja se marcó dos triples que le llevaron encabezar el luminoso (36-37) al término de la primera mitad.

El partido se volvió a reanudar con un tirón de Unicaja que se fue seis puntos por arriba, pero el Power volvió a tirar de orgullo para equilibrar la contienda a 53 puntos a los 27 minutos. Kelati tuvo mucho que ver en la reacción de los locales. El escolta le dio otro aire a su equipo y sentó a Rafa Martínez en el banquillo.

Kelati lideró la reacción

En el tramo final del tercer cuarto, el que dio el arreón fue el Power liderado por Kelati ante un Unicaja noqueado. Los de Spahija comenzaron el último tramo del choque diez puntos por arriba 63-53. Unicaja andaba perdido en ataque y superado en defensa.

Los locales se mostraron un poco más especulativos con el colchón de puntos conseguidos y lo acabaron pagando. Una técnica a Simeón y dos ataques consecutivos de Unicaja colocaron el 68-66 (min. 35). Los visitantes se metieron en el partido más por exceso de confianza de su rival que por calidad.

El encuentro volvió a la máxima igualdad empate a 72 en el minuto 37. Ahí comenzó un nuevo partido. El toma y daca fue constante hasta el final, el partido sería para el equipo que supiera jugar contra su rival y la presión, y ahí estuvo más acertado Unicaja.