Monza, A. F.

El rumor circulaba por los garajes de Monza: Peligra el volante de Pedro de la Rosa en Sauber. En plena euforia por la victoria de Alonso, los comentarios del paddock echaron un jarro de agua fría sobre el piloto barcelonés. Le llamaron tras su rueda de prensa para una reunión con el jefe del equipo. Poco se sabe de lo que allí pasó, pero sí que el español abandonó el circuito con cara de pocos amigos y que ayer conducía camino de su residencia en Zurich. No respondía al teléfono y el equipo tampoco se pronunció. «No hablaré sobre mis pilotos», dijo el dueño de la escudería, Peter Sauber.

Fuentes del paddock aseguran que Nick Heidfeld lo tiene hecho «al 99 por ciento» con los suizos y que será ya en la próxima carrera, en Singapur, cuando se suba al coche. La reciente renovación de Kamui Kobayashi señala a De la Rosa como el perjudicado. Heidfeld tiene contrato con Pirelli y encabeza el trabajo de desarrollo de los neumáticos de la próxima temporada, que ya no servirá Bridgestone, pero puede desligarse si le llama cualquier escudería.