Gijón, Á. CABRANES

José Díaz ha sido el mayor mentor de José Ángel desde que el joven gijonés empezara a dar sus primeras patadas al balón en el barrio de Roces. El «güelu» del rojiblanco tuvo ayer un día movido, pendiente en todo momento de la información que surgía de los medios de comunicación, sin querer participar en ninguna de las conversaciones que mantuvo el futbolista con el club y el director deportivo del Málaga. «Me gustaría que quedara aquí, pero todos tuvimos que buscarnos nuestro futuro y quizá sea bueno que fiche por el Málaga», afirma Díaz, consciente de que la oferta andaluza podría convertirse en una buena oportunidad para su nieto.

Refugiado en su residencia de Roces, José Díaz no perdía detalle de la televisión y la radio para conocer algún nuevo dato que resolviera la duda del futuro de José Ángel. «No me coge el teléfono ni a mí», confesaba con humor a última hora de la tarde, cuando terminaba de resolverse la reunión entre el rojiblanco y el emisario malacitano. Cuando se le plantea la posibilidad de que, al final, el lateral del Sporting desembarque en el cuadro andaluz, Díaz intenta ser positivo: «La banda izquierda del Sporting quedará bien cubierta. Canella es un gran jugador». Aunque le parece mentira, podría ver con otra camiseta a su nieto en pocas semanas.

En su recuerdo continúan muy vivos aquellos años en los que ensayaba con su nieto disparos a puerta en el patio del antiguo Colegio de Las Palmeras, o cuando juntos iban caminando hasta Mareo para acudir a los entrenamientos con el Sporting. «Nos pilló un poco por sorpresa el interés del Málaga, pero parece que tienen un proyecto muy serio y quizá le venga bien para crecer como jugador», reconoce el «güelu» de José Ángel.

Él será durante el día de hoy una de las opiniones de peso para que el futbolista gijonés termine inclinándose por la opción de salir del club que le vio nacer en los campos de Primera División. Al «güelu» siempre se le escucha.