Oviedo, Ricardo GONZÁLEZ

«Para mí el Descenso del Sella es un recuerdo imborrable», asegura Antón Durán, el cual logró la victoria en 1932 junto con César Sánchez, convirtiéndose en los primeros campeones del Descenso. LA NUEVA ESPAÑA ha podido contactar con el primero, que a sus 99 años es el único superviviente de los dos campeones. Dos años antes de esa victoria, dice Antón refiriéndose al año 1930, «por entonces no se competía, lo importante era disfrutar de la belleza del río junto con compañeros estupendos como Dionisio o César. Era más una merienda entre amigos». En ese año, Antón junto con M. A. Llano realiza el ascenso Ribadesella-Arriondas, «íbamos solos y las piraguas eran pesadísimas». Tardaron en completar la excursión cerca de tres horas. Volviendo a 1932, año en que los riosellanos cosecharon su primera victoria, con un tiempo de una hora y cincuenta y tres minutos, en un río crecido y con un cronometraje puesto en entredicho. Los campeones sostenían que el tiempo había sido de seis minutos menos que el reconocido como oficial. «Esa edición fue muy competida y animada», asegura Antón. En la meta se impusieron, en un final apretado, a Vicente Suárez y Antonio Velasco. Los segundos clasificados alegaron que habían perdido porque su piragua era peor, «después hubo una revancha, que no ganamos ni ellos ni nosotros, aunque la revancha no contó como resultado oficial», explica. En 1933 Cesarín y Antón volvieron a ganar en Ribadesella, con un tiempo de una hora y cincuenta y seis minutos. Tras el parón a causa de la Guerra Civil, entre 1936 y 1943, dice Antón que «después no pude participar más porque me destinaron como ingeniero a Cádiz».

César y Antón volvieron juntos a la fiesta de las Piraguas en el año 86, en este caso para abrir el desfile del cincuentenario de la prueba.

La Sociedad Cultural y Deportiva de Ribadesella quiso homenajear a los dos campeones en la tarde del martes 19 de julio, nombrándolos presidentes de honor de la sociedad.

Antón asegura que hoy sigue viviendo con emoción el Descenso, en este caso, por televisión, desde su hogar en Madrid: «Ahora es muy diferente, viene gente de todas partes del mundo, eso no pasaba antes».