En los últimos días estamos asistiendo a cómo la clase política comienza nuevamente a mostrar interés por el Real Oviedo. Otra vez más se vuelven a preocupar por el día a día y la gestión del mismo, lo que muchos llevamos reclamando más de dos años. Ahora los políticos parece que quieren hacer algo, si bien sólo lo parece ya que hasta la fecha se han prodigado en palabras y fotos, mientras pocos hechos, o más bien ninguno, se han materializado.

No podemos más que mostrar nuestra desconfianza ante estos políticos. Hartos estamos ya de que llamen a la puerta de muchos oviedistas para contar las bondades de sus proyectos e intenciones con el Real Oviedo y que, una vez pasada la época electoral o tras conseguir los objetivos publicitarios que se propusieron, den la espalda al club y su afición para seguir centrados en desarrollar su carrera política.

Ahora mismo el alcalde de Oviedo ha instado a Ángel Martín Vaca a entregar las cuentas y convocar la correspondiente junta de accionistas (camino de tres meses tarde). Además, ha solicitado al consejo que invierta o deje paso a nuevas personas, unas palabras que muchos aficionados llevamos reclamando al Ayuntamiento desde hace un año y medio. Aunque tardías, no dejan de ser bien recibidas; eso sí, como en todos los casos con cautela y desconfianza, ya que eso es lo que nos transmiten la persona de Agustín Caunedo y su partido político. Desconfianza debido a un pasado que ningún oviedista olvida y cautela ya que durante cuatro años han mantenido a esta gente al frente del club, financiándola y siendo su único respaldo real en la ciudad. Pero como decimos, bien recibido este nuevo cambio de parecer, aunque deberá ser refrendado con muchos más hechos y menos palabras para que sea realmente tomado en serio.

Dentro de este cambio, de estas nuevas intenciones, se evidencian no obstante nuevamente los defectos de los políticos. Iglesias Caunedo, De Mesa y el resto de políticos de esta ciudad personifican el afán de seguir intentando ganar votos o la simpatía del aficionado oviedista, personalizando en sus líderes y en las siglas de sus partidos el apoyo al Oviedo.

Ya está bien, son 10 años de despropósitos y maltrato a nuestro club, ataques y juegos políticos. El Real Oviedo durante estos años ha sido empleado como arma arrojadiza entre partidos, pasándose una patata caliente de uno a otro según convenía.