Noreña, Jesús RODRÍGUEZ

Un Condal con muchas bajas sucumbió ante un conjunto maliayés muy necesitado de puntos, que supo conjurar sus carencias con ganas y esfuerzo.

La primera parte fue insulsa y anodina. Los discípulos de Aníbal no crearon juego en el medio del campo y se dejaron llevar por el ritmo más cansino del equipo visitante, al que le venía bien el paso de los minutos para que poco a poco fueran llegando los nervios al equipo contrario, que era el favorito para llevarse la victoria. Con todo y con eso los noreñenses gozaron de las dos ocasiones más claras del primer periodo: en el minuto 3 un remate de Humberto al larguero y, cuando se acercaba el descanso, un remate de Bruno que fue bien sacado bajo la portería por el defensa Rodri.

Tras la reanudación llegó el gol de Jito. Un centro por la banda derecha del jugador del Lealtad acabó dentro de la portería con la colaboración de Jairo, que en vez de despejar se la metió en su propia portería.

Después del gol, el Condal arriesgó en busca del gol del empate, gozando de la ocasión más clara: un remate de Yeray que Javi Porrón despejó al larguero y acabó por irse fuera. Los locales lo intentaban con más corazón que cabeza y con un juego bastante deslavazado, lo que no le sirvió para evitar la segunda derrota como local del Condal. Lo que también supone el fin de una racha de diez partidos sin perder y, con la victoria del Candás, la pérdida del cuarto puesto y la salida, por lo tanto, de las plazas de promoción. Por su parte, los tres puntos dan tranquilidad al Lealtad en la zona baja de la tabla.