Gijón, J. E. CIMA

«Ahora es cuando hay que demostrar cuánto valemos, como jugadores, como club y como equipo. Los grupos no están hechos para comer un asado, es para los momentos complicados salir adelante y demostrar lo que es. Ahora nos toca eso». A Sebastián Eguren (Montevideo, 1981) nadie le puede reprochar que no hable claro y alto. El pivote uruguayo tiene la experiencia de ser campeón de América con su país y de haber competido mucho a nivel internacional con el Villarreal.

Así que las situaciones críticas como las que está pasando el Sporting al ser penúltimo y distanciado a 6 puntos de los puestos de la permanencia ya las vivió. «Después del segundo gol en Valencia no sé si nos vinimos abajo, pero sí entregamos un poco el partido. Empezamos a dejar de hacer las cosas planificadas. Hay que corregir esos errores porque dos goles de diferencia no son definitivos en esta Liga. Perder por 4-0 no le gusta a nadie, ni que te hagan goles así. Tenemos que mejorar y no pasarse más de esta raya», comenta.

Esto no le impide también como deportista admitir que el primer tanto fue «un golazo de Feghouli en su definición. Luego tuvimos la mala suerte de gol en propia puerta, pero no te puedes desanimar. Eso se deja para el día hay después. Hay que luchar a muerte. También tener claro que a Valencia tenemos ir a defendernos todo el partido porque si queremos ser protagonistas estamos confundidos. Hay que estar bien colocados y aprovechar la rapidez en el contragolpe. Debemos tener autocrítica en el vestuario y encarar los partidos como debe ser».

La desilusión cala entre la afición y Eguren dice que «se comprende, pero hay la obligación de ser optimistas. No lo digo de boca para afuera, pero el próximo año jugaré en Primera y con el Sporting. Tenemos el compromiso de no entregarnos. Si alguno piensa que estamos muertos, mejor, se llevará una sorpresa».

Este futbolista de 31 años también avisa de que Tejada (las declaraciones fueron hechas antes de que se anunciase al nuevo entrenador) «lleva años en el club y se están cambiando detalles, pero no se puede esperar un cambio radical porque somos los mismos 24 jugadores. Pero sí que este equipo tiene que dar guerra en todos los partidos y buscar buenos contragolpes. Los que perdemos los partidos somos los jugadores. Cuando cambie la racha y ganemos, valdrá lo que venimos entrenando». El domingo se juega en El Molinón ante el Atlético de Madrid y el uruguayo admite que «no se puede pedir más a la gente porque nos acompaña y anima. Cuando tiramos un córner ya generamos un ¡uy!, y eso es mucho y difícil para el rival. Es cierto que el adversario lleva seis jornadas invicto y sin encajar un gol, con un técnico que le cambió la cara al equipo, que hace muchas faltas, pone gran intensidad y tiene cracks, pero en actitud, en correr y pelear no nos va a ganar».

Restan 16 partidos para acabar la Liga y salir de abajo. «Es pronto para hablar de todo finales, pero ante el Atlético tenemos una. A la hora de jugar no se puede estar con excesiva tensión porque en vez de dar un pase a un compañero le mandas un ladrillazo, pero no en correr, estar concentrados y no dar por perdido un partido. El año pasado estábamos a 14 puntos de la Real Sociedad y les pasamos. Ahora estamos a partido y medio de la permanencia, pero hay que ganarlos».