El Narcea dio ayer el quinto salmón de la temporada, el tercero capturado en este río, que también tuvo el honor de entregar el campanu de la temporada en los ríos asturianos. Capturado por el moscón José Lisardo Álvarez, el ejemplar pesó 7,5 kilos y fue el único que salió ayer en Asturias. El lugar de la captura fue el coto Arenas.

No fue ayer una jornada de mucha afluencia a los ríos. El tiempo no acompañaba, hacía frío, y la búsqueda del campanu de la temporada ya se había dado por concluida. Aun así, en el Eo estuvo a punto de salir el primer salmón del año en este río occidental. Leonardo Castelo lo tuvo muy cerca en el Louredal. El salmón debía de pesar unos 7 kilos y saltó en el último momento. Tampoco en el Eo hubo mucha afluencia de gente, el río estaba revuelto y la lluvia y el frío alejaron a los deportistas de las cuencas. Lo mismo sucedió en el Esva, donde, eso sí, los guardas son optimistas y esperan que no se demore mucho en salir el primer ejemplar del año.

También en el Sella la lluvia y el frío fueron protagonistas durante buena parte de la jornada matinal de ayer, segundo día hábil para la pesca del salmón, desembocando en una escasísima presencia de ribereños y deportistas en los diversos lances de la cuenca Sella-Piloña. El nivel de agua de los diferentes ríos del Oriente se mantiene bajo con relación a los mismos períodos en años anteriores, aunque las precipitaciones registradas en las últimas horas podrían animar bastante el presente panorama en las riberas.

En los cotos de Cañeres y Tempranes, dos de los más prolíficos del curso medio-alto del Sella, «no se vieron salmones», según comentó Dámaso Ortiz, titular del primero de ellos. «Pescar únicamente a cucharilla empobrece la pesca», explicó ese ribereño de Cañu (Cangas de Onís), a tenor del caudal que lleva en estos momentos, en pleno arranque de la segunda quincena de marzo, el considerado como el río más salmonero del país.

Uno de los escasos epicentros que vienen levantado los ánimos de los asiduos a la cuenca del Sella se encuentra en el lance libre de El Barco, en las inmediaciones de la villa de Arriondas (Parres), donde se ha atisbado algún que otro ejemplar. Eso sí, el campanu del actual ejercicio 2012 parece que se resiste, ya que el balance salmonero continúa en blanco a la espera de una mejoría de la meteorología y, por supuesto, de las condiciones de los ríos.

Como dato anecdótico se debe señalar que a última hora del domingo arribó a Cangas de Onís, más exactamente al restaurante El Campanu, el primer ejemplar de la temporada capturado en el río Esva (7,200 kilogramos de peso y 88 centímetros de longitud), adquirido al conocido pescador Alberto Fernández Rubio, «Beto», por los cangueses Borjita Martínez y José Manuel Mori Cuesta, «el Marqués», para el susodicho establecimiento hostelero que regentan en la vieja capital del Reino de Asturias.

«A mí se me soltó un salmón a las 9.15 de la mañana del domingo, de unos ocho o nueve kilos, que hubiese sido el campanu de Asturias», manifestó ayer José Manuel Mori, tras regresar de la comarca del Occidente asturiano. Fue en el conocido coto La Pena, en aguas del Eo, donde la abundancia de «zancaos» trajo de cabeza al afamado ribereño cangués el resto del día. «No me dejaron echar a los salmones, y eso que vimos un par de ellos», sentenció el Marqués, quien ya prepara otra nueva escapada a aquellos lares, donde ayer probó fortuna, aunque sin éxito, su hermano Cuco Mori.

Siguiendo la misma estela del domingo, la subasta del Campanu del Sella 2012, que se celebrará en los aledaños del «puente romano» de Cangas de Onís, bajo la organización del Ayuntamiento y en colaboración con la sociedad de pescadores El Esmerillón y el colectivo Ribereños del Sella, se mantiene hasta que se eche a tierra el primer ejemplar de la citada cuenca, pieza que lucirá en su cola el llamativo precinto azul celeste número 005 de la cuenca Sella-Piloña, el cual aguarda al afortunado pez desde el día de la apertura de la campaña salmonera en el centro oficial de precintaje de El Portazgo.

En cuanto a la trucha, la temporada tampoco ha empezado con buen pie en las denominadas zonas salmoneras, pues apenas pican. Hasta el 13 de mayo se utiliza en esas zonas únicamente el piscardo. El cupo es de 8 piezas de 21 centímetros. El horario hábil, con respecto al del salmón, se adelanta en 30 minutos por la mañana y se prolonga una hora más por la tarde. «Hay muy poca trucha», manifestó en la tarde de ayer un ribereño que practicaba esa arte en zona salmonera del Sella, cerca de la desembocadura del Güeña.

El Cares -Deva, igual

En la cuenca del Cares-Deva la meteorología, como en todos los demás ríos salmones del Principado en la jornada de ayer, fue bastante desagradable, con lluvia y frío durante toda la mañana. Apenas se ocuparon un diez por ciento de los acotados, y las zonas libres no tuvieron casi pescadores. La tensa espera por el campanu del río más oriental de todo el Principado de Asturias continúa, lo mismo que en el Sella-Piloña. Los deportistas esperan mejor suerte para hoy.