Cuando en el verano de 2003 Juan Mata se despidió del Oviedo, el futuro del club se tambaleaba de una manera alarmante. Una oferta del Madrid siempre es asunto para tener en cuenta, pero las circunstancias que rodeaban al club azul ayudaron en la salida. La apuesta no le salió nada mal a Mata. Estrella rutilante del Chelsea campeón de Europa, el ovetense empieza a tener agujetas de levantar tantos títulos. Nueve años más tarde, otro canterano oviedista ha decidido seguir los pasos del campeón del mundo y de Europa.

A Borja Sánchez Laborde (Oviedo, 1996) la llamada del Madrid le rompió los esquemas. El centrocampista ovetense estaba acostumbrado a recibir ofertas de equipos todos los veranos, pero ninguna como la del club blanco. Atlético de Madrid y Villarreal (con una oferta del presidente Fernando Roig incluida) habían sido los clubes más interesados en su contratación, pero el chaval no veía claro alejarse de su ciudad. Ése era su planteamiento hasta que el Madrid llamó a su puerta.

Hace tres semanas el club blanco le comunicó el interés por su contratación. Borja vio que era su oportunidad. «¿Por qué decido este año irme de Oviedo? Porque no es lo mismo salir de casa con 12 o 13 años que ahora. Ya tengo edad para marcharme», explica Borja en un razonamiento impropio de un chaval de 16 años. «Mis dos equipos siempre han sido el Oviedo y el Madrid, por eso tenía claro que si me iba de El Requexón sería por una oferta como ésta», comenta.

El interés del Madrid en el centrocampista venía de lejos, pero la oferta en firme llegó este verano. Paco de Gracia, director de captación del Madrid, se desplazó hasta Oviedo para rubricar el acuerdo. Borja empezará la pretemporada con el Madrid C, pero su calidad le puede llevar al B, que será dirigido por Fernando Morientes, si las cosas marchan bien.

«Es un futbolista diferente del resto», afirma con rotundidad Javi Rozada, su entrenador este año en el cadete del Oviedo. «Cuando lo vi por primera vez con 11 años me bastaron 15 minutos para ver que estaba un escalón por encima de los demás», añade. Aquel Campeonato de España disputado en La Coruña fue su carta de presentación. Los ojeadores de medio país quedaron encandilados por la calidad del centrocampista. «Cuando el balón le llega a él intuyes que puede pasar algo diferente», describe Fermín, coordinador de las categorías inferiores de El Requexón: «Tiene calidad, imaginación, desborde...».

Sus técnicos en la cantera azul también señalan algunos de sus defectos por pulir. «Le falta definir más, ser un poco más egoísta de cara a portería, porque calidad para hacer goles tiene de sobra», analiza Fermín. «En el Madrid debe mejorar la intensidad y la continuidad en su juego. El alto nivel de exigencia que tendrá a partir de ahora le hará mejorar en esos detalles», añade Rozada.

Borja llega con un cartel inmejorable a Valdebebas, después de haber debutado con la selección española sub-16 esta temporada. El Madrid cuidará de su educación en la residencia SEK, donde acuden todos los jóvenes de fuera de la capital fichados por el conjunto blanco. En el aspecto extradeportivo es donde los halagos al chaval se vuelven más exagerados. «Al principio es un chico introvertido, pero luego va cogiendo confianza. Lo importante es que es muy respetuoso con los compañeros», le define Rozada. «Es centrado, humilde e implicado con el equipo. Tiene que ser fuerte mentalmente, porque el talento lo tiene», asevera Fermín. «Sé que no defraudará», concluye Rozada.

Después de las vacaciones, Borja comenzará a desarrollar su sueño en Valdebebas. Un camino que 9 años antes hizo Mata, al que los caprichos del fútbol le han obligado a destacar sin la camiseta blanca. «¿Jugar algún día en el Bernabeu? ¡Uff! Aún queda mucho...», responde Borja, «pero sí, ése es mi sueño».