El Sporting se asegura la continuidad de uno de los hombres llamado a tomar las riendas del futuro del equipo. Alberto Lora, que terminaba contrato el próximo mes de junio, cerró ayer su renovación y vestirá de rojiblanco por las próximas cuatro temporadas. El mostoleño tendrá una cláusula de 5 millones de euros en Segunda, que se duplicará automáticamente si se consigue el ascenso. "Llevo ocho temporadas en Gijón y siempre tuve en mi cabeza volver a vivir en esta ciudad, en este club, y en este campo la Primera División", afirma el futbolista.

La renovación de Lora se convierte en una noticia positiva para el sportinguismo y un signo de que el futuro del club gira hacia jugadores del perfil de la casa. El mostoleño se ha convertido en una de las figuras más queridas por la afición al representar una serie de valores que le identifican con el ADN rojiblanco. Entre otros aspectos, Lora dio al salto al primer equipo desde el filial, lo que le permitió conocer de primera mano las dificultades para hacerse un hueco en el Sporting. Además, se adaptó con naturalidad al lateral derecho e incluso al costado zurdo, cuando venía de desarrollar toda su trayectoria como centrocampista o delantero. Un genio y garra con el que conectó tan rápido con compañeros y seguidores que, ahora, es uno de los capitanes de la plantilla.

"Estoy feliz por continuar en un club donde tan buenos momentos he pasado. Gracias a Dios voy a continuar aquí; trataré de ayudar y mejorar día a día", apunta el futbolista. Lora había dejado claro meses atrás que su primera opción era continuar en el Sporting. Sin embargo, la primera propuesta realizada por el club para negociar su continuidad se había quedado sin respuesta. Esto hizo temer a la entidad gijonesa que el jugador podría estar valorando la posibilidad de cambiar de aires. "Hubo clubes que se informaron sobre mi situación pero, en ningún momento, me vi fuera del Sporting", recalca el mostoleño.

El desenlace de la negociación terminó resolviéndose en pocos minutos. La visita del agente de Lora a Mareo aceleró algo que, en principio, no tenía visos de materializarse de manera tan inminente. El mismo jugador había advertido el pasado lunes que no creía que fuera a adoptarse ninguna decisión definitiva en este encuentro. Sucedió todo lo contrario.

Iñaki Espizúa acudió ayer a Mareo para reunirse con Alfredo García Amado y tratar de limar diferencias para la continuidad de Lora. El representante del mostoleño accedió al despacho de Alfredo García Amado pasado el mediodía. 45 minutos después, abandonó las instalaciones del Sporting con un gesto optimista. Lo que parecía un contacto para acercar posturas, terminó en una conversación que dejó encauzada la prolongación por cuatro temporadas más del contrato del mostoleño, oficializado por el club, a través de su página web, durante la tarde.

"Me sentía un poco mal después del descenso y mi objetivo es devolver al equipo a Primera. Sé lo maravilloso que es porque tuve la suerte de vivirlo durante cuatro años", asegura el rojiblanco. El madrileño, al que se le vinculó con el Getafe, asegura que se siente aliviado de haber dado ya carpetazo a las especulaciones con su nuevo compromiso contractual. "Te quedas un poco más tranquilo ya, para evitar así comentarios de otras personas, que no por mí, porque en mi cabeza siempre he estado el Sporting. Me motivaba mucho la opción de poder estar aquí muchos años. Ya sabemos cómo es el fútbol y las renovaciones, siempre hay rumores, pero siempre estuve muy tranquilo e intenté no descentrarme", destaca. Con la renovación de Lora cerrada, el club intentará ahora apurar su otro frente abierto, Nacho Cases. En principio, la previsión es que se resuelva en las próximas semanas.