Mientras hay números, hay esperanza. Y al Sporting le avalan los números a pesar de la ola de pesimismo que se ha instalado en un sector del sportinguismo tras las dos últimas derrotas consecutivas ante Las Palmas y Córdoba. Los rojiblancos tan sólo tendrán que mejorar ligeramente los números que hicieron en los últimos nueve partidos de la primera vuelta para alcanzar el ascenso directo. Ante los mismos rivales a los que aún tiene que enfrentarse, el Sporting sumó 16 puntos en la primera vuelta. Sólo el Hércules (18) y el Castilla (17) mejoraron a los de Sandoval. Si se repitieran ahora todos los resultados que se dieron en las nueva últimas jornadas de la primera vuelta, el Sporting terminaría la Liga tercero, a tres puntos del Éibar.

La primera diferencia es que los rojiblancos jugarán ahora cinco de los nueve partidos que les restan como locales y no tendrán, en principio, si la clasificación no se voltea de nuevo, más duelos directos que la visita del Tenerife a El Molinón en la última jornada del campeonato regular. El partido más complicado, a priori, se jugará una semana antes, en La Romareda ante un Zaragoza que lleva toda la temporada haciendo la goma con los puestos de promoción.

Los resultados de los nueve últimos partidos ofrecen algunos datos sorprendentes. Por ejemplo, el desplome del Recreativo de Huelva, que sólo fue capaz de sumar seis puntos. En caso de repetir los resultados, los de Sergi Barjuán caerían a la décima posición. Uno de los equipos en crecimiento sería el Hércules de Alicante, que aún tiene que pasar por El Molinón. A pesar de que los rojiblancos lograron sumar los tres puntos en el Rico Pérez, los alicantinos fueron el mejor equipo de estos nueve partidos. La proyección de los resultados le situaría empatado a puntos con Zaragoza y Sabadell y decidiendo entre los tres la última plaza de promoción en un triple empate.

El Sporting llega este sprint final en una situación de fragilidad anímica similar a la que tenía en la primera vuelta a la misma altura de la competición. Fue el otro momento crucial de la temporada en el que el Sporting encadenó dos derrotas consecutivas. Lo hizo entonces contra Girona y Las Palmas y después empató en Córdoba. El equipo fue capaz de levantarse y la reacción comenzó con una significativa victoria en El Molinón ante el Sabadell (3-1). La única derrota rojiblanca hasta el final de la primera vuelta fue ante el Zaragoza en El Molinón, con el indiscutible protagonismo arbitral de Santos Pargaña, árbitro que volverá a encontrarse con los rojiblancos este sábado en la Nova Creu Alta de Sabadell.

El Sporting protagonizó en la primera vuelta una gran remontada. Tras el empate en Córdoba, los rojiblancos cayeron al undécimo puesto de la clasificación, con 17 puntos en su casillero. Esa fue una de las tres únicas jornadas que el Sporting pasó fuera de los puestos de promoción de ascenso en toda la temporada. La desventaja con el líder, el Recreativo de Huelva era de nueve puntos y con el segundo clasificado, el Lugo, era de cuatro puntos. Los rojiblancos alcanzaron el ecuador de la competición como segundos clasificados con 33 puntos, a tres del líder Deportivo de La Coruña y con un punto de ventaja sobre Éibar, Zaragoza y Recreativo de Huelva.

La desventaja ahora es algo menor. El Sporting está a seis puntos del Éibar, segundo clasificado, y a siete del Deportivo de La Coruña, que se mantiene al frente de la categoría. Los rojiblancos tienen sólidos argumentos para creer en la remontada que ya consiguieron en la primera mitad de la competición.

Para ello, es necesario que el equipo se rearme, que vuelve a ser un bloque unido con un objetivo común y que los futbolistas eleven su nivel de confianza en sí mismos. La del Sporting sigue siendo una de las mejores plantillas de la Liga.