Víctor Alonso se ha convertido en el decimosexto jugador asturiano en debutar con la selección española absoluta de balonmano. Lo hizo en la Swiss Cup, torneo que la selección ganó tras superar a la anfitriona en semifinales y a Suecia en la final. El gijonés, de 24 años, jugó en los dos partidos y marcó en ambos. Formado en la cantera del Revillagigedo, Víctor Alonso jugó en el San Antonio y el Atlético de Madrid y, tras la desaparición de éste, recaló en su actual club, el Ademar León. Ha sido internacional en todas las categorías.

-Valóreme su debut con la selección absoluta.

-Muy contento, no me lo esperaba, venía de una lesión y no estoy al cien por cien. El grupo que hay es muy humano y al que es muy fácil incorporarse porque te lo ponen muy fácil. El debut no salió todo como esperaba porque se notan los nervios, no es como en un partido normal, es la selección, que es lo máximo. En los partidos los nervios me pudieron un poco, pero en los entrenamientos y el día a día fue genial, me acogieron muy bien. Además, no es una selección cualquiera, es la actual campeona del mundo, no todo el mundo puede estar en una selección así. Para mí, como supongo que para todos, es un orgullo poder jugar. Todos los deportistas sueñan con llegar a lo más grande y ahora lo que me queda es trabajar duro día a día en mi club para que el día de mañana sigan contando conmigo.

-Su llamada supuso mantener la presencia asturiana en la selección después de que Raúl Entrerríos fuera baja de última hora.

-Parecía que esta vez la selección se iba a quedar sin asturianos, fue una suerte que contaran conmigo. Es verdad que en los últimos años siempre hubo algún asturiano. Asturias tiene una gran cantera y están saliendo muchos jugadores, así que es un orgullo para nosotros que el trabajo diario se esté reflejando con llamadas a la selección.

-Una llamada que viene a recompensar una temporada que empezó muy mal para usted con la desaparición del Atlético de Madrid, por el que acababa de fichar.

-Está siendo un año complicado para mí. Primero, porque desaparece el Atlético de Madrid, luego ficho por el Ademar y, cuando me está yendo todo genial, me lesiono en un hombro, lo que me obligó a parar. Luego llegó la llamada a la selección y allí voy y me lesiono otra vez.

-Esta lesión no parece muy grave.

-No, será una semana más o menos. El problema no es esta lesión, son los tres meses que tuve que parar, y ahora esto otra vez. Lo que no me pasó en toda mi carrera me está pasando todo junto en un año. Deportivamente estaba llevando una temporada a un nivel muy alto, pero llegaron la lesión y la parada.

-La lesión en el hombro le impidió jugar la Copa del Rey en Gijón.

-No pude estar, ni tampoco en el partido de Liga ante el Juanfersa Fegar en León, que fue pocos días después.

-¿Le hace ilusión jugar en Gijón, que además será la última jornada de Liga?

-Por supuesto, es jugar en casa y volver a ver a compañeros y amigos, para mí será muy especial. Por fin Asturias tiene un equipo donde merece estar, la afición está respondiendo y la directiva está haciendo un trabajo enorme. Es un orgullo ver a un equipo de tu tierra en la máxima categoría y haciendo una temporada muy buena.

-¿Cuándo fue la última vez que jugó un partido oficial en Asturias?

-Creo que la última vez fue cuando estuve cedido por el San Antonio al Base Oviedo en Primera Nacional contra el entonces Medicentro Gijón en su primera temporada.

-También se está planteando su futuro, no está claro que siga en León.

-De momento, Ademar no tiene patrocinador importante y está haciendo ofertas a la baja. Cuando yo llegué era una situación especial porque acababa de quedar sin equipo y, aunque me acogieron muy bien, el contrato no era muy elevado. Ya había dicho que para seguir tenía que ser una oferta más alta, pero no hay dinero. Así que me estoy buscando el futuro, seguramente será fuera de España, aunque no tengo nada firmado con nadie todavía. De quedarme en España lo más seguro es que seguiría en León, porque aquí estoy muy a gusto.