El Sporting echa de menos la cabellera rubia que, durante buena parte de la temporada, se convirtió en el mejor socio de los goleadores serbios. Álex Barrera está a un paso de recibir el alta y Abelardo ya le ha incluido incluso en el ensayo general en el que probó el once que presentará en La Romareda. "Estoy mejor, con alguna molestia, pero disponible para el sábado", asegura el de Viella, quien ha dicho prácticamente adiós al esguince sufrido en Anduva. "Hay que hacer valer en Zaragoza que los que nos la jugamos somos nosotros", avisa en referencia a la posibilidad de que el conjunto maño acuda relajado al tener casi asegurada la permanencia y agotar cualquier posibilidad de meterse en promoción.

Sin Scepovic y con Guerrero renqueante, Abelardo ha vuelto a recuperar la figura del mediapunta. El elegido para acompañar a Lekic la pasada jornada fue Pablo Pérez. Esta semana, la recuperación de Álex Barrera abre la pugna por un puesto entre dos canteranos. "Le vi bien en su debut. Era un choque complicado, nos jugábamos mucho y el rival tuvo mucho tiempo la pelota, lo que impide participar demasiado. Hizo un buen partido", asegura Barrera sobre su compañero, con quien coincidió, la pasada campaña, en el filial. Se respira una sana rivalidad entre dos jugadores y amigos.

"Cuantos más canteranos haya en la alineación, mejor. Es una manera de demostrar que, con confianza, y ayudados por el resto de la plantilla, se pueden alcanzar grandes cosas", detalla Álex Barrera ante el posible escenario de que el tramo de la temporada con mayor presencia de Mareo en el equipo acabe de la mejor manera posible. "Tenemos que asegurar los próximos seis puntos. Más si cabe sabiendo que, con un triunfo en Zaragoza, la promoción estará prácticamente resuelta", recuerda el de Viella. Y es que la práctica totalidad del conjunto rojiblanco se centra en los deberes que quedan por delante más allá de que si el Dépor y Las Palmas tropiezan el ascenso directo todavía es posible. "Es muy difícil. Si el Jaén gana en La Coruña llegaríamos con alguna opción, pero es difícil", reitera Barrera, consciente del escenario en el que se mueven los gijoneses.

La visita a Zaragoza llega en un momento extraño para el próximo rival del Sporting. Los maños dan casi por cerrada, deportivamente, la temporada, al encontrar pocos incentivos tanto por la zona alta, como en lo que acontece por los últimos puestos. A esto hay que añadirle la incertidumbre respecto al futuro del club, que incluso podría cambiar de dueño, y que ha levantado a la afición en contra de la actual directiva. "Tenemos que intentar aprovechar esta situación. Está claro que a un equipo le duele ver que sus propios seguidores no están con ellos. No les favorece en nada", afirma canterano. Lo que resulta evidente es la necesidad que tiene el Sporting de sumar tres puntos vitales para, al menos, atar el tercer puesto. Y lo hará, con Álex Barrera de vuelta.